Reflexiones en pro del crecimiento personal (III/V)

Sólo hay dos cosas infinitas:
El universo y la estupidez humana.
Y no estoy tan seguro de la primera.

Albert Einstein

Saber aprovechar la oportunidad de vida ya es un gran avance, no sabemos si estaremos al día siguiente; por tanto, se debe vivir intensamente el presente y dar paso a todas aquellas acciones que nos generen crecimiento, desarrollo personal indicándonos que tan atento estamos en nuestro tránsito. Hay que saber afrontar las situaciones, todo aquello que se nos presenta en nuestro desenvolvimiento de los roles que desempeñamos.

No cabe la menor duda, que algunos acondicionamientos que se manifiestan en nuestro comportamiento, se encuentran arraigados en nuestra mente y actúan de forma subconsciente para nosotros, hasta que los identificamos y decidimos que hacer con ellos. Después de identificarlos, podemos catalogarlos en cuanto a su utilidad para nuestro propósito principal en la vida; si nos son útiles los fortalecemos, de otra manera los erradicamos.

Osho nos señala: Deja que el mundo desaparezca de ti y que tú desaparezcas del mundo. Da un giro, un giro de ciento ochenta grados y mira hacia adentro. Al principio verás solamente nubarrones. ¡Qué no te preocupen! esas nubes han sido creadas por tus preocupaciones.

Te encontrarás con la ira, con el odio, con la codicia, con toda clase de agujeros negros. Los has estado reprimiendo, por eso están ahí. Y eso que llamas «religiones» han enseñado como reprimirlos, por eso son como heridas. Has empezado a taparlas. Por eso es que resalto, en primer lugar, la catarsis.

A menos que atravieses una gran catarsis, tendrás que atravesar muchas nubes. Será agotador y puede que te sientas tan impaciente, que regreses otra vez al mundo y entonces dirás: «No hay nada. No hay lotos ni fragancias, solamente hay basura que apesta.» Tú lo sabes: cuando cierras los ojos y empiezas a ir hacia tu interior, ¿con qué te encuentras? No te encuentras con esos bellos parajes de los que hablan los Budas. Te encuentras con infiernos, con agonías que están hay reprimidas, esperándote. La ira de tantas vidas está ahí acumulada. Todo es un caos, por eso uno desea permanecer ajeno a ello. Uno quiere ir al cine, al club, a encontrarse con gente y cotillear. Uno desea permanecer ocupado, hasta que se encuentra totalmente exhausto y se duerme.

Nos recuerda además el Centro Holístico Helios, que son precisamente las situaciones que nos hacen la vida interesante, que nos plantean retos, que nos ponen a prueba, que nos impulsan a dar lo mejor de nosotros mismos, para demostrarnos que somos capaces de lograr cosas más grandes de lo que pudiéramos imaginar, y a descubrir esa capacidad que yace latente dentro cada ser humano y que permanecería dormida de no ser por contar con un estimulo que nos impulse a desarrollarla.

Es necesario saber aprovechar el tiempo que se nos otorga, dar paso a la manifestación de nuestro potencial creativo, innovador, adquirir los conocimientos que nos permitan desenvolvernos adecuadamente, optimizando el uso adecuado de nuestra energía, sabiendo administrar nuestro vehículo físico, (cuerpo), cuidándolo, alimentándolo.

Mientras permanecemos, debemos adentrarnos en quiénes somos, conocernos, lograr ese autoconocimiento de nosotros mismo, que nos permita dar paso a acciones que nos conlleven a disfrutar la oportunidad que se nos dio de vivir. A tomar en cuenta lo que se dice, sobre la necesidad de encontrar respuesta a la interrogante «Quién Soy». A partir de ese momento, se presentan en nuestras vidas una serie de eventos que nos llevan continuamente a replantearnos la respuesta, que hasta el momento habíamos considerado como válida y a realizar los ajustes necesarios en nuestras vidas, acordes con la nueva y más amplia percepción de la realidad con la que nos ponemos en contacto y nos volvemos capaces de discernir.

Se agrega, que es entonces cuando tomamos conciencia que aquello que buscábamos y ni siquiera sabíamos que era, estuvo siempre con nosotros, en nuestro interior; nos adaptamos a las circunstancias, comprendemos los acontecimientos, trazamos el rumbo ha seguir y armonizamos con la realidad de la vida.

En la medida que nos vamos autoconociendo, determinamos cuáles son nuestras debilidades, todo aquello que todavía no sabemos manejar, controlar qué nos genera imperfecciones, problemas. Determinamos nuestras debilidades y emprendemos las transformaciones necesarias para convertirlas en fortalezas.

Debemos determinar qué tanto compartimos, motivamos, sufrimos, amamos, perdonamos, tolerantes, comprensivos, humilde somos, qué tanto hemos hecho para cultivar las virtudes que nos garanticen armonía, paz, felicidad.

Tener presente por ejemplo:
· Que la percepción de la realidad de cada persona, está directamente relacionada con su estado anímico. De esta manera, se facilita el poder comprender lo que el otro siente y así ser capaces de compartir realmente a un nivel más humano
· Como lo señala Centro Holistico Helios, tomarnos un tiempo para ver si vamos en la dirección en que realmente queremos ir, si tenemos claro lo que esperamos obtener de la vida, cómo lograrloy, principalmente, si lo que nos hemos propuesto es lo que realmente deseamos. Se hace esta observación, puesto que muchas veces algunas de esas mismas personas, que son capaces de lograr prácticamente cualquier cosa que se propongan, se encuentran frecuentemente en un estado de insatisfacción consigo mismas. En el fondo sienten que, aún a pesar de haber conseguido sus metas, todavía les falta algo, y si se lo preguntan, generalmente no saben qué es, o por lo menos no pueden precisarlo.
· Los Budas dicen que, en el interior de cada uno, existe una gran dicha, una gran fragancia; que te encuentras flores de loto abriéndose y, una fragancia tal, que es eterna. Y el color de las flores sigue siendo el mismo, no cambia. Ellos hablan de este paraíso, de ese Reino de Dios que está en ti.
· Mantener vivo el rencor, es como si te hubieran hecho una herida física, que ya hubiese sanado, y a cada momento volvieras a abrirla, para sentir lo terrible y dolorosa que fue. Por algo dice un viejo proverbio chino: ‘La persona que quiere venganza, debe cavar dos fosas’.
· El perdonar de corazón hace que se:

● Disminuya los niveles de ira y hostilidad.
● Aumenta los sentimientos de amor.
● Mejora la habilidad de controlar la ira.
● Aumenta la capacidad de confiar en otros.
● Nos libera de los sentimientos negativos asociados a eventos del pasado.
● Nos permite dejar de repetir ciertos patrones negativos.
● Mejora la salud en general.
● Demuestra una mejora significativa en los desórdenes de índole sicológica.

(continuará..)

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