Europa atraviesa un período muy convulso, pues la crisis financiera está poniendo todavía más difícil el proceso de construcción europea (imprescindible para que pueda competir como potencia mundial) y el colapso económico que se está haciendo visible en los países periféricos y emergentes, previsiblemente acabará generando la desmembración de la actual Unión Europea y su sustitución por una constelación de países satélites dentro de la órbita de la alianza franco-alemana (Europa de los Seis).
De la ‘default’ a la quiebra en Grecia: La troika que comprenden la UE, el FMI y el BCE llevan tiempo presionando a Grecia, con un riguroso programa de privatizaciones, debido a su desorbitante Deuda Pública y ha obligado a todos los partidos políticos, para aprobar más medidas de austeridad y reformas, que han provocado protestas violentas en las calle, pues la troika sólo propone la vía de las privatizaciones, que serán tuteladas por un organismo de nueva planta profesional e independiente y afectará a ferrocarriles, puertos, aeropuertos, bancos, y compañías de agua y electricidad.
Por otra parte, las reformas estructurales y fiscales para modernizar la Administración pública y la Sanidad, mejorar el mercado laboral y adaptar la presión fiscal a las circunstancias (rebajar el IVA, situado en la actualidad en el 23%), son principios genéricos que se traducirán en subidas de impuestos, reducción de funcionarios, supresión de organismos públicos, recortes salariales y flexibilidad en el mercado laboral.
Los expertos de la llamada «troika» habrían concluído, según un documento secreto publicado por la web italiana Linkiesta y recogido por el diario ABC, que » Atenas no sólo no podrá hacer frente a sus obligaciones financieras, sino que, además, sufrirá una «fuerte devaluación interna», una significativa caída de precios y de salarios en los próximos años». Así, según Efecom, se prevé que la deuda pública del país heleno ascenderá hasta el 172,7% del producto interior bruto (PIB), unos 381.200 millones de euros para el 2012, existiendo el temor de que podría pasar del ‘default’ (incumplir sus pagos.) a la quiebra.
Se denomina suspensión de pagos o cesación de pagos (en inglés default), a la situación concursal en la cual, un empresario o una sociedad mercantil se encuentra, cuando no puede pagar la totalidad de las deudas que tiene con sus acreedores por falta de liquidez, por lo que la suspensión de pagos es una situación concursal temporal, mientras que la quiebra es definitiva.
Caso de producirse finalmente la salida de Grecia de la Eurozona, asistiríamos a escenarios de devaluación de su moneda (dracma griego); alta inflación, galopante, tasa de paro y deuda desbocada, radicalización de los otrora aburguesados y sumisos sindicatos de clase, (Confederación General Griega del Trabajo GSEE), ruptura del diálogo social con la patronal, frecuentes estallidos de conflictividad laboral, auge de partidos como el Partido Comunista Griego (KKE) y la aparición mediática de los grupos antiglobalización que, utilizando tácticas de guerrilla urbana, pondrán en jaque a las fuerzas de seguridad.
Ante esta situación y sin el paraguas protector de la UE, no sería descartable la reedición del golpe de los Coroneles (1967), (que sería un episodio local dentro de un nuevo escenario de Guerra Fría entre EEUU y Rusia) y que contaría con el apoyo encubierto de EEUU, dentro de su objetivo de anular los esfuerzos de Rusia para fagocitar países europeos.
La exclusión de Grecia de la Eurozona, supondría el inicio de la desmembración de la actual Unión Europea y su sustitución por una constelación de países satélites, dentro de la órbita de la alianza franco-germana, debido a las exigencias del BCE de cumplir con el límite marcado para el déficit público del 3% para el 2013, empresa harto complicada para países como Portugal, Italia, Grecia, España e Irlanda, ya que superan con holgura el primitivo listón fijado por el BCE, (3%).
Asistiríamos así, al finiquito de la Eurozona y su sustitución por la Europa de los Seis, (fruto de la inercia centrípeta del nuevo escenario económico), período que vendrá marcado por la Ratificación de la Política de Buena Vecindad con Rusia, mediante la firma de acuerdos preferenciales con Francia y Alemania, para asegurarse el suministro de gas y petróleo rusos e incrementar los intercambios comerciales, debido a la dependencia energética europea (21% de las importaciones de petróleo y 40% de gas proceden de Rusia) y a que el 40% del comercio exterior ruso se realiza con la UE, frente a un exiguo 5% con EEUU.
El resto de países periféricos (Portugal, Hungría, España, Irlanda, Malta y Chipre) seguirán inexorablemente el movimiento centrífugo de Grecia; y en el 2013 deberán retornar a sus monedas nacionales y sufrir la subsiguiente depreciación de las mismas, regresión a niveles de renta propias de la década de los 90 e inicio del éxodo al medio rural de una población urbana, afectada por la asfixia económica, embargo de viviendas e ingreso en las listas del paro; con la consiguiente revitalización de extensas zonas rurales, rejuvenecimiento de su población y regreso a escenarios ya olvidados de economía autárquica, quedando Finlandia integrada en la Federación Escandinava(Noruega, Suecia, Dinamarca , Finlandia e Islandia).
Finalmente, los Países de la Europa Central Emergente se verán obligados a devaluar sus monedas, a sufrir masivas migraciones interiores y a retornar a economías autárquicas, debiendo proceder a la reapertura de abandonadas minas de carbón y obsoletas centrales nucleares, para evitar depender energéticamente de una Rusia que, conjugando hábilmente el chantaje energético, irá fagocitando a la mayoría de los países desgajados de la extinta URSS.
Mención especial merece el caso del Reino Unido, en el que tras retornar al poder los conservadores liderados por David Cameron y fieles a su política euroescéptica (nula voluntad británica de embarcarse en un proyecto en decadencia en el que la soberanía británica estaría supeditada a los mandatos de Bruselas), podrían abandonar la UE y pilotar finalmente la nave capitana de una revitalizada Commonwealth.
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