”Aunque recorramos el mundo entero en busca de la belleza,
no la hallaremos si no la llevamos dentro.”
Ralph Waldo Emerson
Debemos preocuparnos con mucho interés, en cultivar nuestra asertividad y garantizar con ello un crecimiento favorable que nos favorezca en nuestras interrelaciones, comportamiento.
La asertividad tiene un alcance maravilloso que abarca una serie de principios, reglas, que una vez que determinamos lo que nos aporta y la ponemos en práctica, nos favorecerá significativamente y tendrá una buena incidencia en nuestra conducta, en nuestras interrelaciones.
Recordemos como lo comenta ‘superarladepresion.com’: la persona asertiva sabe respetar a los demás sin dejar de respetarse a si misma. No pretende entrar en el esquema de ganar o perder en la relación con los demás, sino en cómo podemos llegar a un acuerdo favorable a ambos. Su manera de pensar es más racional, actuando de forma más adaptativa a su vida y circunstancias. Sus sentimientos son más estables y controlados que los de las personas inhibidas o agresivas y derivado de todo esto su sentido de autonomía, autosuficiencia y autoestima es elevado.
Consideremos además, lo que nos aporta ‘mailxmail.com’ cuando señala, que:
• La asertividad es un comportamiento humano sumamente deseable.
• Ser asertivo le permite a uno concentrarse en encontrar una solución que satisfaga las necesidades de cada una de las personas, sin ceder de manera significativa.
• El comportamiento asertivo es un estilo natural que equivale a ser directo, franco y respetuoso cuando se trata con los demás.
Al respecto, es muy interesante la aportación que nos lega ‘miautoestima.com’: una persona asertiva debe ser capaz de evitar la manipulación de los demás para poder comportarnos según nuestras ideas y derechos sin herir a los demás. Esto, que puede parecer tan sencillo, no resulta tan fácil en la vida real. Pensemos en cuántas veces nos hemos sentido culpables por decirle que no a alguien, aunque sabíamos que nuestra decisión era la acertada o en las ocasiones en las que hemos acabado haciendo algo que no queríamos, por no herir a una persona que nos importa y sintiéndonos luego mal por ello.
Nos lega la fuente de información, una serie de consejos para poder mejorar nuestra asertividad y evitar estas situaciones:
• Conócete a ti mismo y a tu escala de valores. Eso te permitirá tener muy claro que quieres hacer y que no.
• Estar seguro de ti mismo y de que la decisión que has tomado es correcta, te ayudará a mantenerte firme.
• En las discusiones, expresa cómo te sientes y por qué dando ejemplos concretos, sin culpar y generalizar. No es lo mismo decir: “Has llegado tarde las tres últimas veces que hemos quedado y eso me hace sentirme molesto”, que decir: “Estoy harto de que siempre llegues tarde”.
• Aprende a escuchar al otro.
• Se consciente de tus derechos y de que luchar por ellos no te convierte en un egoísta ni en una mala persona. Tienes derecho a decir que no e incluso a equivocarte, enfadarte o sentirte molesto y a expresarlo, siempre que lo hagas de una manera adecuada y sin dañar al otro.
• Se insiste en resaltar en no dejar que nuestras necesidades se vean pisoteadas por ayudar a los otros. El sacrificio sólo es positivo, si lo hemos razonado y hemos llegado a la conclusión de que en ese momento es mejor que hagamos algo por la otra persona que suponga dejemos nuestras necesidades de lado. Si lo hacemos por costumbre o por miedo al rechazo de los demás, sólo nos generará resentimiento.
Nos proporciona ‘superaladepresion.com’ que, para adquirir los hábitos y estrategias de respuesta asertiva, se deben seguir los siguientes pasos:
1. Describe clara y concretamente los comportamientos que necesitas mejorar; por ejemplo: «Decirle a X que no quiero acompañarlo». Haz una lista con todas las situaciones en las que necesitas ser más asertivo (te puede ser útil la lista de ejercicios para el desarrollo de la asertividad).
2. Valora en una escala imaginaria, que va del 0 al 10, el grado de dificultad que te supone afrontar asertivamente esas situaciones que has descrito en tu lista. Ordena tu lista desde la situación de menor dificultad a la de mayor.
3. Escoge y empieza por la de de menor dificultad y escribe las respuestas asertivas que te gustaría practicar en esta situación. Si no se te ocurre ninguna, imagínate a una persona asertiva ante la misma situación, ¿qué diría?, ¿cómo se comportaría? Si aún no se te ocurre nada, consulta directamente con alguna persona que tenga buenas dotes asertivas.
4. Ensaya estas respuestas asertivas de viva voz tu solo, ante una grabadora, videograbadora o ante una persona de confianza que te pueda apoyar. También puede realizar el ensayo de manera imaginaria.
5. Practica en la realidad, la situación elegida. Cuantas más veces la puedas repetir, más adiestramiento asertivo estarás alcanzando. Cuando te sientas seguro en esta situación, pasa a practicar la siguiente en tu lista de situaciones.
*Fuentes debidamente señaladas
(*) Docente de Postgrado FACES, UC. EXATEC
Sitio Web: www.carmorvane.com