En ciertos momentos, te puedes ver sorprendido por emociones desagradables, porque entiendes que algo no funciona y te ves obligado a indagar en aquello que te impide conseguir felicidad. Cuando el malestar es intenso, se cae en la tentación de hallar responsables externos, y aquí es donde cometen el error.
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Pues así es, se cae en la tentación de “cargarle el mochuelo” como decimos en España a un elemento o persona externos, y justificar así nuestro malestar.
Para comprender las emociones de uno, en algún momento se les ha tenido que prestar atención, pero si esa atención es excesiva es signo de que en algún momento del proceso se está produciendo un bloqueo.
En este caso, la atención no está siendo dirigida correctamente, lo que confunde y no se consigue una mayor comprensión del malestar que nos aqueja, sino que se atiende a estímulos inadecuados, lo que te lleva a un callejón sin salida y a un retraso en tu crecimiento personal.
De la misma forma, al presentarse una dificultad en la vida, hay quien primero atiende a sus emociones, pero como hacerse cargo de ellas implica excesiva responsabilidad, su mente intenta distraerlos, haciéndoles creer que son incontrolables, y que sólo cambiando esas condiciones será posible conseguir la tranquilidad que anhelan.
Por eso, lo primero que debemos entender es que somos ignorantes de nuestro dolor.
Te puedes hallar en un callejón sin salida, y no es sólo una sensación, porque las preocupaciones como a menudo se plantean, parecen no tener arreglo.
Y aquí es donde surgen las preguntas sobre qué situaciones, personas o acontecimientos externos pueden explicar ese dolor, y de esta forma se desatiende esa dificultad, cargándole a algo o a alguien la responsabilidad propia.
Por ejemplo:
• Quejas por no tener dinero.
• Porque tu pareja no te ayuda a hacer las tareas.
• Porque el jefe no te valora.
• Porque tus hijos adoptan una actitud equivocada.
• Etc.
Fuente: http://cambiayayudate.com/blog/crecimiento-personal-encuentra-problema-dentro-ti.html