Elena Piñeiro – Expertos de diferentes centros de investigación, entre ellos el Linus Pauling Institute de la Oregon State University, la University of Toronto, la University of California y el Children’s Hospital Oakland Research Institute y Juvenon Inc., trabajan con una suplementación nutricional en humanos, que pueda dar una nueva aproximación al tratamiento y la prevención de la neurodegeneración y el declive cognitivo comunes en la etapa del envejecimiento.
Acetil-L-carnitina, ácido alfa-lipoico y la eterna juventud
La vejez es un parámetro estrictamente biológico. La entrada a la edad senil se produce a partir de los 60-65 años, pero biológicamente sólo a la edad de los 70 años, se puede calificar a una persona de «vieja», pues a esta edad se ha perdido irreversiblemente un 25% de las capacidades estructurales y funcionales que integran nuestro organismo.
Numerosos estudios demuestran que la mezcla de acetil-L-carnitina y ácido alfa-lipoico incrementan la habilidad en ratas y perros de edad avanzada aprender nuevas tareas.
En cuanto al cerebro, disponemos de tantas células y conexiones o sinapsis, (cien mil millones de neuronas y mil billones de sinapsis), que nos podemos permitir el lujo de perder muchas y compensar esta pérdida incrementando las conexiones de las que sobreviven. Hacerse mayor, en definitiva, no es más que perder las facultades funcionales, ya que se pierde estructura o masa en diferente proporción en cada uno de los órganos, que aportan su trabajo concertado para que nuestro cuerpo pueda ser el escenario de una vida autónoma e interactiva.
Una de las grandes preocupaciones de la actualidad, es frenar el envejecimiento. Algunas de las razones implicadas son tanto de salud y mejora de la calidad de vida, como estéticas, con sus innegables connotaciones sociales. La degeneración de los procesos cognitivos básicos, como la atención, el aprendizaje y la memoria, es uno de los factores que dan una mayor sensación de pérdida de autonomía a las personas mayores.
En numerosos trabajos de investigación, se ha demostrado que la ingesta de la mezcla de dos sustancias, la acetil-L-carnitina y el ácido alfa-lipoico, incrementan significativamente la habilidad en ratas y perros de avanzada edad para aprender nuevas tareas. De hecho, según el estudio publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, las ratas que tomaron este suplemento, doblaron su nivel de actividad y de energía, a la vez que mejoraron sustancialmente la función cognitiva y la memoria. En un estudio posterior hecho con perros ancianos, los efectos de la suplementación, como la atenuación del declive cognitivo relacionado con la edad, aparecieron más rápidamente que en los roedores.
En cuestión de días o semanas, los perros habían mejorado su habilidad para resolver tareas que, por su edad, ya no podían realizar. Estos hallazgos dieron lugar a pensar que la mezcla de carnitina y lipoico podría actuar de forma similar en humanos, mejorando la capacidad de funcionamiento de las células cerebrales.
¿Se puede retrasar el reloj vital?
El organismo está compuesto por millones de células con un funcionamiento individual, similar al de una gran ciudad. Las estaciones de servicio que abastecen de gasolina o, en este caso, de energía a cada célula, se llaman mitocondrias. Casi todo el oxígeno consumido por una célula es gastado por la mitocondria para producir energía.
Desafortunadamente, la actividad de las mitocondrias da lugar a la formación de especies reactivas del oxígeno, más conocidas como radicales libres. La L-carnitina, que se encuentra en las carnes, es un aminoácido implicado en el transporte de los ácidos grasos al interior de las células, para que sirvan de combustible a la mitrocondria y se produzca energía. Por otro lado, el ácido lipoico es un antioxidante muy potente, capaz de proteger a las células del daño que pueden producir ciertas sustancias dañinas. Se encuentra de forma natural en espinacas, coles, cereales integrales, levadura de cerveza e hígado de ternera.
La carnitina mejora la salud de la mitocondria, aumentando la capacidad de las neuronas para producir energía. Pero, a mayor actividad energética, mayor producción de sustancias indeseables. Por este motivo, los investigadores decidieron añadir al suplemento el ácido lipoico, con una potente acción antioxidante que protege la célula de la acción de los radicales libres. De esta forma, la carnitina aumenta la capacidad de la célula nerviosa para realizar sus funciones, haciendo que disponga de más energía y el ácido lipoico limpia los desechos que se derivan de esta actividad.
Investigadores de la Federation of American Societies for Experimental Biology sugieren que el papel de la suplementación, a largo plazo puede ser efectiva, porque atenúa el declive cognitivo relacionado con la edad y disminuye el envejecimiento y la degeneración de las mitocondrias, que abastecen de energía a las células nerviosas.
El quid de la cuestión
La University of California ha patentado el uso de la acetil-L-carnitina y el ácido alfa-lipoico como fortalecedores del metabolismo, con capacidad para aliviar el estrés oxidativo y, por tanto, frenar el envejecimiento. También Juvenon, una compañía fundada por dos de las personas implicadas en los proyectos de investigación, (Bruce Ames y Tory Hagen), ha fabricado la ‘Juvenon Energy formula’ que contiene ambas sustancias.
Se ha encontrado una dosis que no parece provocar efectos secundarios, pero los propios investigadores aclaran, que es necesaria más investigación para observar y descubrir todas las claves del envejecimiento, con el objetivo de aportar herramientas científicas que ayuden en la lucha de cada día contra la edad.
Fuente: www.consumer es eroski