Con la sola excepción del petróleo, ninguna otra fuente de energía primaria ha estado tan interrelacionada con las implicaciones políticas como la energía nuclear. Todo debido a la estrecha cercanía entre las aplicaciones pacíficas y las aplicaciones bélicas. Es de acotar que el principal miedo al desarrollo pacífico de la energía nuclear, es que la brecha que la separa del uso bélico no es la tecnología o los recursos, si no la ética de quien la controla.
Para 2008, la Asociación Nuclear Mundial reportó que 17 países poseen 2,43 millones de toneladas de uranio a un costo menor de 80 US$/Kg., y que la producción alcanzó los 43.853 toneladas de uranio (tU), lo que arroja una duración teórica de las reservas de 57 años.
Además de su uso industrial, medicinal y protección de alimentos, su uso mayoritario es en la generación de electricidad. En tal generación, la energía nuclear contribuyó con el 13,0 % (2,65 Tera Kwh) del total mundial de 20,2 Tera Kwh, para el 2008.
A nivel mundial, para el 2008, existen 30 países que generan electricidad con base nuclear. La capacidad instalada en las plantas nucleares, con 436 reactores activos, es de 367 GWe. A nivel de Latinoamérica sólo tres países hacen uso de la energía nuclear para generar electricidad: Argentina, Brasil y México. El caso venezolano, la World Nuclear Association (WNA) lo incluye en la proyección como un país potencial de utilizar energía nuclear, para generar electricidad, entrando en el año 2030.
De acuerdo a la información de la WNA, para el año 2100 sólo tendrán generación eléctrica-nuclear en Latinoamérica los siguientes países, y cuya capacidad esta expresada en GWe: Brasil (330), México (225), Argentina (90), Venezuela (60) y Chile (38).
Sin embargo, en los últimos 5 años (con mayor énfasis 2008 y 2009) Venezuela ha sido noticia en el “juego nuclear mundial”, motivado a que el Presidente Chávez es un estrecho aliado de Irán y defensor del programa nuclear de ese país, mientras que Estados Unidos y otros países acusan a Teherán de tener un programa secreto de armas nucleares.
Por otra parte, Venezuela y Rusia firmaron el 26 de noviembre de 2008 un convenio de cooperación en el área del uso nuclear con fines pacíficos. Sin embargo, Chávez aseguro el 09-09-09 que Irán ayuda a Venezuela a desarrollar un programa nuclear civil dado que ambos países tienen derecho a producir energía atómica.
El ministro de Ciencia e Industrias, Jesse Chacón, afirmó que Venezuela sólo tiene planes de utilizar la energía nuclear con fines «pacíficos» y «medicinales», e informó que los estudios geológicos que se están haciendo en el país para ubicar el uranio se están ejecutando sólo con el apoyo de Rusia.
La oportunidad para implementar la energía nuclear en Venezuela es mediante la instalación de capacidad de generación eléctrica del orden de los 7.000 MW en los próximos 15 años, con una inversión estimada en 30 millardos de dólares.
En resumen:
· La energía nuclear siempre será objeto de antagonismo en la geopolítica mundial, entre los que dominan la energía y los que desean dominarla
· Como consecuencia de la problemática del cambio climático, el mundo ha dado un viraje hacia la energía nuclear por no producir emisiones de CO2
· Una visión a lo largo del siglo XXI arroja para el año 2100 una capacidad de generación eléctrica instalada de 11.000 GW, 30 veces la capacidad actual
· A la tasa de consumo actual, las reservas de U-235 tienen una duración de 57 años por lo que es imprescindible la ubicación de nuevas reservas.
· Por la estrecha relación que tiene el gobierno venezolano con el de Irán, Venezuela ha sido incluida en el “juego nuclear mundial”
· Motivado al crecimiento de la demanda de electricidad en los próximos 15 años y al déficit actual de generación, Venezuela tiene que sopesar la oportunidad de instalar al menos 7.000 MW de base nuclear con una inversión estimada de 30 millardos de dólares.
La geopolítica del uranio.
Con la sola excepción del petróleo, ninguna otra fuente de energía primaria ha estado tan interrelacionada con las implicaciones políticas como la energía nuclear. El petróleo por la distribución de los yacimientos y por su enorme valor estratégico y económico. La energía nuclear por la estrecha cercanía entre las aplicaciones pacíficas y las aplicaciones bélicas.
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) nació el 29 de julio de 1957.
Dentro de sus principales objetivos están:
· Inspeccionar los desarrollos nucleares a nivel mundial. La agencia tiene mas de 40 años de experiencia, y la inspección radica en verificar y salvaguardar que las actividades y materiales nucleares no se utilicen con fines militares. Como actividad especial, el Consejo de Seguridad de la ONU le asigno la responsabilidad de la problemática situación que ocurre en Irak.
· Ayudar a los países a mejorar la seguridad nuclear, y a prepararse para responder a cualquier eventualidad. A tal efecto, establece normas y convención internacional, y la ayuda de expertos de tal manera que permita la protección de las personas y el ambiente a las radiaciones perjudiciales.
· Ayudar a los países en la aplicación pacifica de la ciencia y tecnología nuclear, contribuyendo así a los objetivos del milenium de desarrollo sostenible en los ámbitos de la energía, el ambiente, la salud y la agricultura, entre otros, y la cooperación en áreas clave de la ciencia y la tecnología nuclear.
Por razones de seguridad global, ante el incremento de grupos terroristas y sus acciones a nivel mundial, los países desarrollados ven con preocupación la insistencia, (caso Irán y aliados), de países en participar en el enriquecimiento de uranio. Si tal enriquecimiento no pasa de un 5%, no hay mayor objeción. Mayor a este porcentaje se comienzan a encender las “alarmas” internacionales para disuadir proyectos de construcción de plantas de enriquecimiento, y sobre todo si el país que lo realiza es considerado como “país no amistoso” por la comunidad internacional.
Como vemos están dos grupos encontrados: Los países que hoy buscan desarrollar e independizarse del monopolio del manejo de la energía nuclear, y los países que tienen dicho monopolio. Ambos aducen razones valederas. Sólo hay un punto de encuentro: Cuando se fabrica o se compra U-235 menor o igual a 5% de enriquecimiento para generar electricidad o para usos científicos e industriales.
Independientemente todos los países desean, abiertamente o no, poseer armas nucleares, ya que los hace poderosos y temidos ante quienes no las poseen. De allí la importancia de la IAEA. Más aun, con el interés manifiesto de grupos terroristas que han asomado la tenencia de material para fabricar armas nucleares.
Inevitablemente, las tecnologías nucleares se fueron difundiendo entre los países y con ello el club de poseedores de la bomba nuclear. Países como India y ahora Corea del Norte han llegado al club como indeseados. A continuación los países con bombas nucleares, con un total estimado de 30.000.
De lo anterior podemos inferir que el principal miedo al desarrollo pacífico de la energía nuclear, es que la brecha que la separa del uso bélico no es la tecnología o los recursos, si no la ética de quien la controla.
Las Reservas y Productores de Uranio natural
Para 2008, la Asociación Nuclear Mundial reportó que 17 países poseen 2,43 millones de toneladas de uranio a un costo menor de 80 US$/Kg., y que la producción alcanzó los 43.853 toneladas de uranio (tU), lo que arroja una duración teórica de las reservas de 57 años.
Australia lidera la reservas con el 29 % del total. Cinco países (Canadá, Kasakastán, Australia, Namibia y Rusia) poseen el 70 % (1,7 millones de tU) del total mundial.
En lo atinente a la producción, Canadá ocupa el primer lugar al totalizar 9.000 tU, equivalente al 21% del total mundial. Los mismos cinco países mencionados anteriormente producen el 77 % (33.838 tU) del total mundial.
Fuente: http://www.degerencia.com/articulo/venezuela-en-el-juego-nuclear-parte-i