Amor ((Del lat. amor, -oris).
Extraído del Diccionario de la Real Academia Española (R.A.E.)
– Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que,
procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra
y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
– Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
– Persona amada. U. t. en pl. con el mismo significado que en sing.
para llevarle un don a sus amores.
– ant. Voluntad, consentimiento.
El amor es considerado como un conjunto de comportamientos y actitudes, incondicionales y desinteresadas, que se manifiestan entre seres capaces de desarrollar inteligencia emocional o emocionalidad. (Wikipedia – La Enciclopedia Libre)
Cuando le decimos a una persona que la amamos, ¿se los decimos porque la
necesitamos? , o ¿la necesitamos porque la amamos?
Es muy importante que podamos contestar correctamente estas preguntas.
Muchas personas confunden “necesidad” con “amor”.
Existen gran cantidad de relaciones, principalmente entre parejas y amigos, las
cuales se conservan porque tienen tanta necesidad el uno del otro, que suelen confundirse y creer que se aman.
He escuchado a algunos hombres decir: “estoy con mi esposa porque la necesito para que me lave, me planche, me sirva la comida, tenga mi casa aseada, etc.”.
Personalmente pienso, que en esos casos, es mejor contratar una empleada
doméstica, que convivir con una persona a la cual no se ama verdaderamente.
También he escuchado a algunas mujeres decir: «vivo con mi esposo simplemente porque me mantiene, me da todo lo que necesito, tengo comodidades, automóvil, me da cierta cantidad de dinero mensualmente, etc.».
Considero que esas mujeres deberían de amarse más y buscar un trabajo, el cual les permita solventar todas sus necesidades económicas y no vivir con un hombre al cual no aman.
El amor es un sentimiento tan hermoso, tan sublime, que las personas que lo viven, cada vez que piensan o hablan de ése alguien a quien aman, sea la pareja, un amigo, un hijo, sus semblantes se iluminan, sonríen y muchas veces hasta suspiran.
Cuando amamos, somos más íntegros, más entregados, totalmente desinteresados, damos sin pensar en recibir, con entusiasmo. En pocas palabras nos entregamos de corazón.
Si dos personas se aman, ambas dan y reciben a la vez, no existe aquel que sólo da y aquel que sólo recibe. Hay reciprocidad en la relación.
También, entran en juego todos los valores: el respeto, la lealtad, la fidelidad, la
confianza, la tolerancia, la humildad, etc.
Hay diferentes tipos de amor, como por ejemplo: Amor filial: entre padres e hijos; Amor fraternal: afecto entre hermanos y otros parientes; Amor romántico: Hacia la pareja; Amor al prójimo: hacia las demás personas; Amor a la naturaleza: protección de nuestro medio-ambiente y conciencia de la vida; Amor a Dios: Creencia en la existencia de un Ser supremo que nos guía con su sabiduría y nos ama.
Amemos, sintiéndolo de verdad, empezando por amarnos a nosotros mismos,
porque en la medida en que nos amemos, podremos amar a los demás.
Recordemos las palabras de Jesús: «Ama a tu prójimo como a ti mismo».
(Marcos 12: 31).
Y las de san Pablo cuando afirma que:
«El amor tiene paciencia y es bondadoso. El amor no es celoso. El amor no es ostentoso, ni se hace arrogante. No es indecoroso, ni busca lo suyo propio. No se irrita, ni lleva cuentas del mal. No se goza de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta». (Corintios 13:4-7).
Disfrute el día.
Fotografías extraídas de: www.seridec.com
(*) Motivadora / Costa Rica
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