La respuesta al militarismo gubernamental, fue contundente el pasado lunes 28-07 en Puerto Ordaz, al realizarse la megamarcha desde el Portón III de SIDOR con más de 10.000 trabajadores, exigiendo la inmediata aprobación del Contrato Colectivo y en rechazo a las declaraciones del Presidente de la Asamblea Nacional, quien calificara de mafiosos a SUTISS y de antipatriotas a los trabajadores que protesten en calles, avenidas y centros de trabajo.
Esta manifestación obrera contiene un gran significado, más allá de las exigencias laborales, siendo el primero al haberse reestablecido la unidad de los trabajadores no solamente siderúrgicos, sino los de toda Guayana, quienes habían cedido a la política del Estado, impulsada ferozmente desde el Ejecutivo Nacional y Regional, de dividir en general, a los trabajadores venezolanos, en escuálidos, por una parte y, por el otro, en revolucionarios.
Pues bien, en asamblea realizada en SIDOR el miércoles 23/07, la masa de trabajadores impulsó la unidad de los siderúrgicos, con los de Alcasa, Venalum, Ferrominera, Minerven, Carbonorca, Corpoelec, y resto de trabajadores del sector público, Salud, más allá de la militancia oficialista u opositora de cada sindicalista, en función de defender al Sindicato como institución de los trabajadores y sus conquistas contractuales y el derecho a convenir con el patrono, en este caso el Estado, condiciones de trabajo decentes.
La otra gran enseñanza demostrada en la imponente movilización del lunes 28-07, es que los trabajadores manifestaron su rechazo a aceptar las políticas laborales gubernamentales, impuestas con el chantaje y la manipulación, de provenir en nombre de la revolución y del extinto Presidente. No siendo la primera vez que los descalifican, en 2008 le tocó al mismo Hugo Chávez denunciar que los sidoristas vivían como ricos, por tener cláusulas de HCM, de educación privada y aspirar a salarios de 3.000 Bs.
Los sidoristas exigen un aumento salarial de Bs. 210 diarios, muy distante de las cifras planteadas de Bs. 800 por el vocero oficialista y, al mismo tiempo, exigen que se reconstruya una empresa que produjo en 2007 4.300.000 toneladas con 6.000 trabajadores directos y 3.000 tercerizados, y en 2014 con 14.000 operarios directos, la producción si acaso culmine en 1.300.000 toneladas anuales.
Como vemos, quienes han llevado a la siderurgia a la quiebra, a pesar de tener el monopolio del acero, ya que fueron expropiadas el resto de empresas privadas entre ellas SIVENSA, ha sido una gerencia ineficiente y negligente a tal extremo, que SIDOR ha tenido desde 2008 un presidente anual, desconocedores de la realidad de Guayana y de su industria.
En ese retrato se refleja el resto de trabajadores guayaneses, quienes observan con pánico, la ruina generalizada de las empresas del aluminio, del oro, de la electricidad y el parque intermedio de pequeñas y medianas empresas, quienes ven languidecer el derecho a la vida decente. Ojalá, esta unidad de los trabajadores de Guayana permanezca y se extienda a toda Venezuela. El país la necesita.
Dirección-E: [email protected]