«Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías
mientras aguardan la gran felicidad.»
Pearl S. Buck
Resumen
Debemos siempre identificarnos con nuestra autenticidad, valores, cultivar una autoestima alta y una gran asertividad, evitar que la codependencia se manifieste. Teniéndose presente, como lo cita ‘comoestarmejor.com’, esta es la necesidad de influir en las vidas de otros por un miedo extremo de rechazo, abandono, o castigo. Los codependientes a menudo utilizan esta mentalidad como un mecanismo de defensa, es probable que cuando eran niños hayan vivido en una familia disfuncional.
En lugar de enfrentar la decepción de sus padres, rechazo o castigo, trataron de anticiparse a sus necesidades tanto como fuera posible.
Generalidades, alcance, repercusiones
Al respecto de ella, nos comenta ‘vidahumana.org’, que el codependiente pierde la conexión con lo que siente, necesita y desea. Si es dulce y agradable aunque no lo sienta, es porque busca aceptación. Cree que su valor como persona depende de la opinión de los demás. Da más importancia a los demás que a sí mismo. Se crea un yo falso, pues en realidad no está consciente de quién es y está tan desconectado de sus propios sentimientos, que asume la responsabilidad por las acciones de los demás. Se avergüenza por lo que hacen otras personas y toma las cosas de una manera personal. Invierte una enorme cantidad de energías en mantener una imagen o un estatus para impresionar, porque su autoestima es muy baja, ya que depende del valor que los demás le otorgan.
La codependencia se origina en las familias disfuncionales y convierte a los miembros de esas familias en personas hipervigilantes. Al estar el ambiente familiar tan lleno de estrés debido a la violencia, la adicción al alcohol o a las drogas, las enfermedades emocionales de sus miembros, etc.; la persona codependiente enfoca su atención hacia su entorno, para defenderse de algún peligro real o imaginario. El estado de alerta es una defensa de nuestros cuerpos, algo temporal que nos ayuda a defendernos en momentos de peligro. Pero cuando ese estado se vuelve crónico, la persona pierde el contacto con sus reacciones internas, ya que todo el tiempo su atención está afuera de sí misma.
Por otra parte, nos aporta Wikipedia, que consiste en estar total o casi totalmente centrados en una persona, un lugar o en algo fuera de nosotros mismos. La codependencia se caracteriza por una negación inconsciente de nuestras emociones. La negación es una respuesta humana natural a situaciones a las que no podemos hacer frente, o que no podemos permitirnos sentir. Generalmente se origina en la niñez (pero puede aparecer a cualquier edad), dentro de un ambiente familiar (o grupal) no sano. Es nuestra forma de protegernos. Es un proceso inconsciente necesario para la supervivencia en determinadas circunstancias.
Un codependiente debe superar esta enfermedad psicológica, para poder ser libre de elegir con quien relacionarse y, más aún, poner límites.
Tales conductas, (las de concentrarse en una persona o lugar fuera de nosotros) que bien pueden aminorar el conflicto y facilitar las tensiones dentro de la familia (o grupo) en el corto plazo, son contraproducentes a largo plazo, dado que, en este caso, el codependiente está realmente apoyando (“facilitando”) el comportamiento adictivo de la persona de la cual es codependiente (por ejemplo, esposo alcohólico).
Nos señala además la fuente de información citada, que la codependencia también puede ser un conjunto de conductas de inadaptación, compulsión, aprendidas por los miembros de una familia (o grupo), a fin de sobrevivir en un ambiente que experimenta una gran tensión y pena emocional causada, por ejemplo, por el alcoholismo u otra adicción de un miembro de la familia, abuso sexual o de otro tipo de adicción o una enfermedad crónica de un familiar, o fuerzas externas a la familia, como la pobreza. También existen cuadros de codependencia en situaciones no extremas.
Síntomas
Algunos síntomas de la codependencia son: conducta controladora, desconfianza, perfeccionismo, evitar hablar de los sentimientos, problemas de intimidad, comportamiento protector, hipervigilancia o malestar físico debido a estrés. A menudo la codependencia va acompañada por depresión, ya que el codependiente sucumbe ante sentimientos de frustración o tristeza extrema por su incapacidad de realizar cambios en la vida de la otra persona (o personas) y puede llegar también a producir ataques de pánico en quienes lo padecen.
Los individuos que sufren codependencia, pueden buscar asistencia a través de varias terapias verbales; sin embargo, pueden abandonarla cuando en el proceso descubren que los puede llevar a «dejar» al otro. Puede recurrirse a terapia farmacológica para la depresión asociada. Además existen grupos para codependencia; algunos de estos son Codependientes anónimos (CoDA) y Al-Anon/Alateen o también un Grupo de 4° y 5° paso, los cuales están ambos basados en el modelo de 12 pasos creado por Alcohólicos.
Algunas características
Se nos agrega además sobre el tema, que el codependiente suele olvidarse de sí mismo para centrarse en los problemas del otro (su pareja, un familiar, un amigo, etc.). Es por eso que es muy común que se relacione con gente «problemática», justamente para poder rescatarla y crear de este modo un lazo que los una. Así es como el codependiente, al preocuparse por el otro, olvida sus propias necesidades; y cuando la otra persona no responde como el codependiente espera, éste se frustra, se deprime e intenta controlarlo aún más. Con su constante ayuda, el codependiente busca generar en el otro, la necesidad de su presencia, y al sentirse necesitado, cree que de este modo nunca lo van a abandonar.
Es muy común que en una relación, el codependiente no pueda poner límites y sencillamente todo lo perdone, a pesar de que la otra persona llegue a herirlo de manera deliberada. Esto es simplemente, porque el codependiente confunde la «obsesión» y «adicción» que siente por el otro con un inmenso amor que todo lo puede. Por ende, el codependiente es incapaz de alejarse por sí mismo de una relación enfermiza, por más insana que ésta sea, y es muy común que lleguen a pensar, que más allá de esa persona se acaba el mundo, hasta que reconocen su condición psicológica y el codependiente decide hacer algo para cambiar la manera en que vive y así, terminar con la codependencia o no volver a generar su codependencia en otras personas o en futuras relaciones.
Conclusiones
No olvidemos, como lo señala ‘vidahumana.org’, que la codependencia crea amargura, angustia, enojo y culpabilidad irracional. El fruto del amor debe ser la paz y la alegría. Si no es así, algo anda mal. Somos imagen y templo de Dios. No debemos albergar en nuestro corazón ni angustia ni ninguna otra emoción dañina.
La codependencia nace de un hambre malsana de amor, quizás provocada por un ambiente familiar en que uno no se sentía amado. Se puede tener un hambre tan desordenada de amor, que nos impida dejar una relación humana negativa.
(*) Docente de Postgrado, Área de Postgrado de FACES, UC. EXATEC.
Dirección-E: carmorvane@gmail,com