Ante la nueva realidad del país asociada a la crisis y a los movimientos globales y regionales, aquellos empresarios venezolanos preocupados por su futuro económico y social están obligados a recurrir más formalmente al pensamiento estrategico. Me refiero, a aquellos gerentes que se resisten a las maneras comunes de pensar, y que desean saber como se arreglan las cosas que le atañen.
Como nos deja ver Peter Senge en el libro ¨La Quinta Disciplina en la Práctica¨, no es posible arreglar las cosas para siempre, ni siempre de la misma manera. Así que tenemos que accionar y rápido, sino queremos perecer. Nadie tiene las respuestas a como debemos actuar exactamente, pero éstas irán surgiendo de la experiencia que desarrollemos.
Mediante el reconocimiento temprano de las tendencias y del impacto de sus actuaciones. Los gerentes o directivos de organizaciones tanto públicas como privadas, deben concentrar sus esfuerzos en la identificación de aquellas áreas que son consideradas vitales.
Estos esfuerzos pasan por comprender la necesidad de autodiagnosticarse; es decir, comprender dónde están, hacía donde deben ir e identificar cuales son las amenazas y las oportunidades que la nueva realidad les ofrece.
En general pudiesemos destacar que el entorno de las empresas estará condicionado por aspectos económicos, financieros, sociales, politicos, juridicos e institucionales y de mercado y; aspectos hacía lo interno, como son el recurso humano, el aprovechamiento tecnológico disponible, la cultura organizacional presente, los procesos internos desarrollados, etc.
En otras palabras, se requerirá que los directivos mantengan el enfoque estrategico que les permita detectar las nuevas oportunidades de negocios y manejar las amenazas de tal manera, que el aprovechamiento del conocimiento y de las posibilidades y necesidades de los clientes puedan ayudar a capear y aprovechar la nueva realidad empresarial. Además, especial atención requerirá el analisis de la compatibilidad económica y politica en el entorno de cada organizacion.
Es de esperar que ello, le permita a los directivos desarrollar gradualmente un tipo de organización que pueda afrontar la nueva realidad, e invertir en su capacidad para enfrentar el futuro.
Es cierto que esa tarea no será facil, pero si seguimos haciendo las mismas cosas, las respuestas no vendrán. Es el momento de empezar a accionar y poner manos a la obra que queremos construir.