El hombre es el ser que necesita absolutamente de la verdad y,
al revés, la verdad es lo único que esencialmente
necesita el hombre, su única necesidad incondicional.
José Ortega y Gasset
En los últimos tiempos se ha comentado muchísimo sobre el alcance, logros, repercusiones que los mercados emergente originan.
No obstante, revistas.com, nos presenta un interesante escrito en donde señala, seis verdades sobre los consumidores emergentes y al respecto indica, que vender productos a los 250 millones de latinoamericanos de bajos ingresos, (mujeres y hombres que constituyen el 50% o 60% de la población de la región y que tienen un poder de compra anual de US $ 120 billones), es más que una oportunidad atractiva. Es una estrategia necesaria para las grandes empresas en crecimiento. Hasta ahora, había habido poco interés en el tema. Pero a medida que se resuelven los problemas económicos y sociales en algunos países, las empresas tendrán que reenfocar sus estrategias y dirigirlas a los llamados mercados emergentes.
– Mito 1. Los consumidores de bajos ingresos gastan poco en bienes materiales: la realidad es que, aunque estos consumidores sean pobres, proporcionalmente gastan más en bienes de consumo que los consumidores de mayores ingresos.
– Mito 2. Las necesidades de los consumidores de bajo ingreso son sencillas: este tipo de consumidores compran marcas premium y son compradores sofisticados. Los consumidores emergentes son capaces de pagar más por marcas líderes e intermedias. Prefieren pagar más por la calidad que arriesgarse con productos deficientes.
– Mito 3. Los consumidores emergentes se sienten poderosamente atraídos por los precios más bajos: la verdad es que son compradores sensibles que toman en cuenta muchos otros factores además del precio. Calculan los costos derivados de la compra: transporte, cuidado de los niños mientras se hace la compra y el tiempo invertido.
– Mito 4. Si no enfrentaran restricciones presupuestarias, preferirían comprar en supermercados modernos: los consumidores emergentes están satisfechos con los revendedores tradicionales y no necesariamente aspiran a comprar en supermercados modernos. Algunas investigaciones demuestran que los supermercados son considerados demasiado impersonales.
– Mito 5. Los consumidores emergentes dependen mucho del crédito: lo cierto es que este grupo usa el crédito para extender su poder de compra. Generalmente se paga en efectivo para no gastar más de lo necesario y el crédito se reserva para compras de mayor envergadura.
– Mito 6. Todos los consumidores emergentes pertenecen al mismo segmento, esto es, “la clase popular”: hay muchos subsegmentos que determinan diferencias en el estilo de vida y en las actitudes. Esto influye notablemente en el comportamiento a la hora de comprar.
Hay casos interesantes que se empiezan a manifestar en los mercados emergentes y así se tiene por ejemplo, como lo reseña revistas.com, que no es fácil predecir cuál será el impacto global de la demanda petrolera de China. Pero ahora que está comenzando a almacenar petróleo en “reservas estratégicas”, la incertidumbre es mayor que nunca. No fue sino hasta octubre que China confirmó que había comenzado hace dos meses a crear una reserva en Zhenhai en la provincia occidental de Zhejiang. Pero los planes son secretos.
Dada la gran escala de estas reservas petroleras, esta incertidumbre impactó vigorosamente en el mercado. La ansiedad de China ha aumentado con creces durante el paso de ser el mayor exportador de petróleo, hace dos décadas, al segundo importador hoy en día. Los expertos petroleros están preocupados por el impacto que pudiera tener el precio del petróleo en el crecimiento del país. Los expertos en seguridad temen que cerca de la mitad del petróleo importado, provenga del Medio Oriente y que el petróleo sea transportado a lo largo del sureste asiático, donde podría ser bloqueado por Estados Unidos. China quiere contar con suficiente petróleo como para asegurarse de que Estados Unidos no impida el suministro.
La reciente caída de los precios del petróleo, ha generado el rumor de que China podría acelerar la creación de sus reservas petroleras. Niu Li, del Centro de Información Estatal, un centro de investigación del gobierno, considera que comprar más petróleo ahora no afectará los mercados globales. Según Niu, China usaría sus reservas sólo en caso de emergencia, (recortes de suministro o fluctuación de los precios). Sin embargo, un negocio que le da a Sinopec, una compañía petrolera estatal, el control sobre un tercio de la capacidad de almacenamiento en Zhenhai, ha generado preocupación porque pareciera que hay intereses económicos detrás de la posibilidad de utilizar o no las reservas.
China conoce bien su ansiedad petrolera. De hecho, ha estado discutiendo con la Agencia Internacional de Energía, un grupo cuasi gubernamental de los países consumidores de petróleo, sobre el mejor modo de administrar las reservas. Yang Fuqiang, de la Fundación Energía, una ONG estadounidense, cree que China introducirá pronto leyes para regular el uso de las reservas. Según un funcionario chino, que confirmó la existencia de las reservas petroleras de Zhenhai, dijo que este era un primera paso de un largo viaje.
Hay otro antecedente interesante de ser tomado en cuenta, como es que más de 30 años después de la Guerra de Vietnam, y más de una década después de que las relaciones con Estados Unidos se normalizaron, Vietnam está lista para competir en el comercio global. Vietnam ya es la segunda economía de mayor crecimiento en Asia después de China, y esto ha atraído a muchas compañías, (desde Intel hasta Victoria’s Secret), interesadas en otra alternativa que no sea China.
El mundo manufacturero en Vietnam no es como era en los años noventa, cuando los subcontratistas coreanos y taiwaneses, que fabricaban ropa para Nike y otras marcas, fueron boicoteados por las pésimas condiciones laborales de sus empleados. Ahora, las grandes compañías como Nike y Disney están haciendo inspecciones regulares. “Esa vieja actitud de responsabilizar al subcontratista ya está superada”, señala Carey Zesiger, directora de Global Standards, una organización que monitorea fábricas en Ho Chi Min City. “Hubo abusos en los años noventa, pero Vietnam no los toleraría”.
Sin embargo, los estándares laborales en Vietnam no son perfectos. Disney monitorea a todos sus subcontratistas en todo el mundo según un código de conducta creado durante los escándalos laborales de los años noventa. En dos visitas a Vietnam este año, el inspector encontró algunos problemas relacionados con los salarios, la salud y la seguridad.
El gerente de la fábrica, Andy Kim, se pasó el verano arreglando la situación, pero Disney decidió contratar un auditor externo para que vigilara de cerca. Disney es muy estricto, señala Kim.
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