Marta Colomina – EL UNIVERSAL, agosto 18, 2013 9:36 am Publicado en: Opinión – Está circulando en la red un texto con título atribuido al Conde del Guácharo sobre “lo felices que éramos en la 4ta. República y no lo sabíamos”.
Su contenido hubiera sido impensable hace 14 años, cuando Chávez prometía freír la cabeza de los corruptos y convertir a Venezuela en un paraíso de bonanza y seguridad. Lo imaginamos escrito por un jubilado, a juzgar por cómo recuerda las cosas disfrutadas durante 40 años de democracia y hoy aniquiladas a manos de quienes han dilapidado recursos que duplican a los de todos los gobiernos de aquellos 40 años juntos. El relato es mucho más impactante que la opinión de los articulistas de oficio, economistas y políticos y cita logros que los partidos tradicionales no se han atrevido a defender sobre los 40 años de democracia y libertad económica. Aquí dicho texto: “Hoy quise escribir unas líneas para recordarle al pueblo la Venezuela que éramos y la que somos hoy: Recuerdo cuando iba al supermercado y había 7 tipos de mayonesa (Kraft, Mavesa, La Torre del Oro, Nelly, el Castillo de Oro, Hellmans, La Rika); ahora apenas se consiguen 2 y una no es mayonesa, sino aderezo.
Recuerdo que conseguir papel higiénico no era ningún problema, el problema era seleccionar la marca; también que podíamos llevar la cantidad de azúcar y de harina que quisiéramos y no teníamos límites como ahora. Recuerdo que quien poseía un carro se daba el lujo de echarle cualquiera de los 5 tipos de gasolina que existían (83, 87, 89, 91 o 95), hoy en día tenemos dos tipos, pero solo se consigue uno. Entonces existían los simpatizantes de AD y Copei en una familia y nunca se peleaban: hoy somos opositores y chavistas y nos odiamos a muerte gracias a Chávez que nos dividió como familia y como venezolanos. Recuerdo que por un millón de bolívares de los viejos nos daban en Colombia 15 millones de pesos y hoy en día nos dan por un millón de Bs. y que fuertes, 75 mil pesos. Si queríamos ir a EEUU (o a cualquier otro lugar) no necesitábamos a Cadivi para que nos dieran los dólares: los comprábamos en el banco, ya que un dólar nos costaba 4,30 Bs. de los viejos. Entonces si querías un carro de agencia, te dabas el lujo de escoger el modelo y el color que tú quisieras, hoy en día no lo consigues ni siquiera chocado. Y así muchos recuerdos más que, mientras vienen a mi mente, más nostalgia me da. Han pasado 14 años de “revolución” y esto es lo que han dejado: hambre, miseria, inseguridad, odio, escasez, etc. Quizás vivíamos en un paraíso demócrata llamado Venezuela y lo cambiamos por un infierno y desastre llamado ‘socialismo del siglo 21′! ¿Quién se atreve a decirme que esto es falso?”.
A lo dicho por nuestro “jubilado” sumemos que en 1998 hubo 4 mil muertes violentas mientras que 2013 concluirá con 25 mil homicidios, según calcula El Observatorio Venezolano de la Violencia. Nos matan hasta en nuestra propia casa
Vamos barranco abajo. Los ahorros del país se gastaron en corrupción y “regaladera”. La escasez crece porque el oficialismo destruyó nuestra producción agrícola e industrial con sus “exprópiese” y porque ahora no hay dólares para las importaciones. La inflación anualizada en alimentos fue de 60,8% hasta julio y la devaluación de Maduro y las subastas han depreciado en 150% el bolívar. En 14 años destruyeron la herencia de infraestructura dejada por 40 años de democracia: En carreteras y autopistas sin mantenimiento mueren por accidentes de tránsito miles de venezolanos; acabaron con el sistema eléctrico, con escuelas, hospitales y obras deportivas. El caos en la salud pública se cobra la vida de los más pobres. Su ineficiencia y corrupción son tales, que quebraron hasta Pdvsa y empresas básicas.
Maduro decreta ahora “una emergencia nacional contra la corrupción” que ha convertido en una cacería contra la dirigencia opositora, mientras se hace el loco con el nepotismo de la 1ra combatiente en la AN, los $ 20 mil millones de sobreprecio en plantas eléctricas; los $ mil millones en “sanear” el Guaire; los $ robados en Ferrominera que “darían para 1.400 maletas como la de Antonini”; las denuncias de Makled que acusan a generales, ministros y diputados rojos; o la de “ojitos lindos”, calificado por Capriles como “el mayor corrupto del país”.
Pero el pueblo no es ciego: una encuesta del Sistema de Medios del Gobierno (Sibci) revela que 82% de chavistas, 96% opositores y 89% independientes consideran que en Venezuela hay “mucha corrupción” “y la identifican como del Gobierno, no la inventada contra la oposición. Así que el guión cubano de acusar a PJ de “narcotráfico, narcolavado y prostitución” solo demuestra la podredumbre y el desquiciamiento mental de la pandilla que llegó fraudulentamente al poder.
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