Perfil perdedor

Con un treinta por ciento de desempleo en nuestra provincia; con una situación socio-económica que no supera la recesión, debemos preocuparnos todos los ciudadanos, además de sufrir en nuestras carnes las consecuencias de la precariedad en la que nos encontramos miles de familias, de cómo salir de esta difícil situación.

Hoy más que nunca, necesitamos LÍDERES, sí con mayúscula, auténticos transformadores de la sociedad; visionarios de cómo salir de un estancamiento psico-socio-económico, propio de sociedades poco avanzadas.

Las organizaciones, en este contexto de inestabilidad y desconfianza en los mercados y en la propia sociedad, tienen la responsabilidad, y desde mi punto de vista, la obligación de seleccionar dirigentes y profesionales, con un PERFIL GANADOR. Dirigentes valientes que arriesgan con propuestas innovadoras, con visión de futuro; con la misión de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, aplicando la teoría de ganar-ganar (todos debemos ganar, si mejora la sociedad en su conjunto).

Los partidos políticos, como organizaciones cuyo objetivo es mejorar la sociedad, la vida de los ciudadanos; tienen un gran reto ante los graves momentos que estamos atravesando en España, y en nuestro caso en Almería.

Me sorprende, y me preocupa como ciudadano y simpatizante, que una organización como el PSOE de Almería, no disponga de candidatos GANADORES. Sé que los tiene, y de mucha valía y profundidad en los valores que tanto necesitamos, para superar la desilusión en la que nos estamos instalando; una falta de confianza que puede agravar y ralentizar la salida de la crisis.

Como almeriense, uno más de los que estamos atravesando una situación de inestabilidad económica, me preocupa mucho, que el perfil tecnócrata, falto de valentía, desconocedor de vivir y experimentar, las dificultades que estamos atravesando trabajadores, autónomos, y empresarios, sea el único candidato del que dispone una gran organización política como es el Partido Socialísta Obrero Español.

Hay que reivindicar en democracia, un cambio en el criterio de selección de perfiles políticos y de asesores; desechando perfiles faltos de proactividad político-social, cuyo concepto es el de personalismo de grupitos estandarizados en la acomodación. Y seleccionando perfiles de vocación auténtica en el servicio a la sociedad, con proactividad en acciones político-sociales que beneficien al conjunto de la ciudadanía.

El líder perdedor, supone una gran pérdida en la optimización del beneficio de la ciudadanía, y lógicamente en el resultado electoral del partido político al que representa.

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