Principales razones del fracaso

«Nuestra mayor gloria no se basa en no haber
fracasado nunca, sino en habernos
levantado cada vez que caímos”.
Confucio

Los especialistas en comportamiento humano siempre se han preguntado cuáles son las razones por las que algunas personas fracasan en casi todo lo que emprenden, sin importar -en muchas ocasiones- la cantidad de esfuerzo que pongan en lograr lo buscado.

L@s lector@s de este espacio deben repasar la lista que aparece a continuación y detectar cuáles razones reflejan sus comportamientos. Les conviene tomar conciencia de ello y deberían empezar a cambiar de manera positiva.

De acuerdo con los tratadistas de esta área del conocimiento, éstas son las diez principales razones del fracaso:

1.-Tomar acción sin planificar. Es imposible llegar a un destino que no se conoce. Ya lo expresaba de manera fenomenal Séneca: “A quien no sabe a qué puerto encaminarse, ningún viento le es propicio”. No se debe actuar de manera alocada y atropellada en la vida. Hay que sembrar conciencia de que se necesita un plan para maximizar las posibilidades de éxito.

2.-Planificar sin ejecutar la acción. Justamente lo contrario de lo anterior. Hay personas que pasan toda su vida planificando lo que quieren hacer, pero jamás se lanzan a la “arena” de la acción. De nada sirve acaparar conocimiento si no se transforma en resultados a través de la acción. Llega un punto en el que hay que dejar de planificar y ponerse -de una vez por todas- a actuar.

3.-Plazos y expectativas irreales. Un rascacielos no se construye en una mañana. Muchas personas fracasan porque esperan que los resultados lleguen de manera inmediata, prácticamente sin esfuerzo. Es una gran equivocación. Cada logro requiere su tiempo. Roma no se construyó en un día. Y si los sueños pueden lograrse con esa facilidad, sería recomendable que se empiece a soñar más grande porque eso es prueba de que se está soñando en pequeño. Todo éxito significativo requiere trabajo duro. En lo único donde “éxito” está antes que “trabajo” es en el diccionario. Punto.

4.-No tener un “por qué” claro y poderoso. Cuando se tiene un “por qué” claro a la hora de hacer algo, son muy pocos los obstáculos que se pueden presentar. Cuando se tiene un “por qué” poderoso, se tiene una motivación estratosférica. Tener claro por qué se quiere lograr algo es mucho más importante que el propio objetivo en sí mismo. Antes de emprender un camino en búsqueda de cualquier objetivo, se debe plantearse la pregunta siguiente: ¿Por qué se quiere alcanzar este objetivo? Sólo cuando se tenga claro ese “por qué” se estará preparado para dar lo mejor que hay en cada quien.

5.-Tratar de negar la realidad. En muchas ocasiones, es más fácil negar la realidad que aceptarla y enfrentarse a ella. Así, por ejemplo, muchas personas se autoengañan diciéndose a sí mismas: “sólo necesito perder unos kilos” cuando saben que -en realidad- tienen un auténtico problema de sobrepeso.

Autoengañarse ayuda a justificar la falta de acción y lo que es peor está arrastrando a las personas irremediablemente al fracaso. Sólo cuando se es sincero se puede detectar las necesidades de “acción” que existen en la vida.

6.-Intentar demasiadas cosas a la vez dispersando la energía. El refranero español lo dice con mucha claridad: “Quien mucho abarca: poco aprieta”. Cosas increíbles comienzan a suceder cuando se es capaz de enfocar todos los recursos y habilidades en un mismo proyecto. Si se quiere ser grandes maestros en algo, no se debe dispersar la energía siendo aprendices de mil cosas diferentes. ¡El enfoque es poder!

7.-Tener valores enfrentados. Muchas personas pretenden lograr grandes resultados sin arriesgar algo en el camino. Otros pretenden triunfar sin poner señal de esfuerzo. Es imprescindible clarificar los valores para poder -posteriormente- pisar el acelerador a fondo sabiendo que la dirección que se lleva es la correcta. Los valores cuando se hayan alineados correctamente son como una brújula. Sirven de guía para chequear si el rumbo en la vida es el correcto.

8.-No ser congruentes: pensar, decir y hacer cosas diferentes. La congruencia es un elemento imprescindible para lograr el éxito verdadero. Los grandes realizadores son personas íntegras y congruentes. No existen diferencias entre lo que piensan, dicen y hacen. Predican con el ejemplo. Y ése es el secreto de su fortaleza interior. No tienen conflictos internos porque no son actores interpretando un papel. En todo momento son verdaderos y genuinos.

9.-Tratar de hacerlo todo uno solo. Quienes pretenden hacerlo todo ellos solos están abocados a no conseguir siquiera una milésima parte de lo que lograrían buscando la colaboración de otros en las tareas en que sea necesario. Solicita ayuda cuando sea necesaria. No se debe pretender tener todas las respuestas. Se debe ser humilde para reconocer lo que no se sabe y buscar apoyo en los demás.

10.-EL MIEDO AL FRACASO. Esta última razón se ha redactado en mayúsculas porque es el principal causante del fracaso de millones de personas. Temen tanto fracasar que jamás intentan lo que siempre han deseado. Tienen tanto miedo a lo que pasará si las cosas no salen bien, que quedan paralizados sin dar siquiera el primer paso. ¡Cuántos logros increíbles han quedado sin realizarse por este miedo tan tonto! Se debe empezar a soñar en grande y se descubrirá que cuando los sueños nacen del corazón no hay miedo que pueda detener la acción.

L@s lector@s de este espacio deben recordar siempre: “No existen fracasos, sólo existen resultados”. Si algo sale mal, simplemente hay que aprender la lección para ser más efectivo en el siguiente intento. Cuando Tomás Alva Edison inventó la bombilla eléctrica, no lo logró en la primera tentativa, sino que tuvo que realizar más de mil intentos, hasta el punto que un discípulo le preguntó por qué persistía en su afán si tras de más de 1.000 intentos… sólo había hallado más que fracasos; Edinson le respondió: “No son fracasos, he conseguido más de 1.000 maneras de cómo no debe hacerse una bombilla”.

Los asiduos lectores@s deben analizar estas razones y detectar aquéllas que están presentes en la vida de cada quien. Y lanzarse ahora mismo a cambiar lo que sea necesario para maximizar las posibilidades de éxito personal.

 

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