Sarkozy: La añoranza de la «Grandeur» (Parte 2 de 2)

POLÍTICA ENERGÉTICA: Acuciado por la elevada dependencia energética ( 50%), la alta volatilidad de los precios de gas y petróleo debido a factores geopolíticos y la garantía de un aprovisionamiento seguro de energía, se servirá de acuerdos preferenciales con Rusia y Argelia para el suministro de gas, la reactivación de la energía nuclear, (con la paulatina sustitución de obsoletas centrales por reactores de nueva generación EPR, (European Pressurized Water Reactor) y el extraordinario impulso de las energías renovables con el objetivo de lograr el Autoabastecimiento energético y de recursos hídricos en el horizonte del 2020.

Asimismo, procederá a la Aplicación del Programa Europeo sobre el Cambio Climático en el horizonte del 2020, (Triple 20), con el compromiso de recortar las emisiones de dióxido de carbono un 20 por ciento; mejorar la eficiencia energética en otro 20 por ciento y que el 20 por ciento de la energía que consume, proceda de fuentes renovables, aunado con la imposición de aranceles a los países no respetuosos con el medio ambiente y la Reorientación del transporte de mercancías terrestres por las nuevas Autopistas del Mar y Vías Férreas de alta Velocidad .

POLÍTICA EXTERIOR: Sarkozy ha adoptado un enfoque «activista» en asuntos internacionales, involucrándose personalmente y teniendo «el compromiso con la intervención humanitaria» y «el aumento del peso específico de Francia en la Geopolítica Mundial, «como ejes vertebradores de su política exterior», lo que conjugado con la intensificación del ruido mediático de sus intervenciones humanitarias en Chad, Libia, liberación de Ingrid Betancourt, conflicto de Georgia, invasión de Gaza y Cumbres del G-20, le convertirá en un referente inevitable de la política europea en el próximo decenio e interlocutor válido para las dos grandes potencias mundiales enfrascadas en futuros episodios de guerra fría.

Evidente falta de empatía con sus colegas europeos, (excepción hecha de Berlusconi), con el que Sarkozy ha firmado un acuerdo de cooperación nuclear, que prevé la construcción de, al menos, cuatro centrales avanzadas de tercera generación en Italia, la primera de las cuales entraría en funcionamiento antes de 2020.

Sus principales discrepancias han sido con Angela Merkel por falta de química personal y disensiones en el nivel de intervencionismo de los Estados para controlar la crisis del sistema financiero y muy especialmente con un Zapatero, con el que ha tenido sonoros desencuentros, (véanse las críticas a la política de regularización de trabajadores extranjeros que llevó a cabo el Gobierno socialista en la pasada legislatura y el revuelo mediático provocado por las supuestas afirmaciones de Sarkozy en las que señalaba que, quizás, Zapatero «aún no siendo muy inteligente, había salido reelegido Presidente».

A pesar de ello, gracias a las gestiones de Sarkozy y aprovechando la baza de la presidencia europea que España ejercerá en el primer semestre del 2010, España acudió a la cita del G-20 el pasado 15 de noviembre en Washington y también en Londres el pasado 2 de abril, pese a no pertenecer a los selectos grupos G-8 y G-20 y es previsible que en el 2010, España forme parte de la ampliación de este foro de países, (que tiene como misión la reforma del sistema financiero mundial ante la magnitud de la actual crisis económica), tras lo cual Zapatero podría convertirse en uno de los más fieles aliados de Sarkozy y Francia pasaría así a tutelar la Presidencia española Europea del 2010, en la que debe negociarse la Nueva Agenda Trasatlántica, que redefinirá las relaciones de la UE con EE.UU. y que sustituirá a la actualmente vigente que data de 1995.

Sus desencuentros con Ergodan han logrado el rechazo de la UE a la Adhesión de Turquía como Miembro de pleno de derecho y sin el paraguas protector de la UE, es previsible que el ejército protagonice el enésimo golpe de estado que acabaría con el mandato del Primer Ministro Erdogan, surgiendo posteriormente un sistema político fracturado, que producirá una serie de coaliciones de gobierno inestables en el parlamento.

Final de la luna de miel con Obama, debido a las relaciones preferenciales de la UE con Rusia en materia de abastecimiento energético y comercio exterior y al inicio de una nueva Guerra Comercial UE-EE.UU., a raíz de la imposición por ambos países de medidas proteccionistas a la importacíon de productos agropecuarios, bajo el eufemismo de medidas fitosanitarias adicionales, ( plaga del «minador del tomate» europeo y «peste porcina» en EE.UU.).

Ratificación de la Política de Buena Vecindad con la Rusia de Putin, mediante la firma de acuerdos preferenciales para asegurarse el suministro de gas y petróleo rusos e incrementar los intercambios comerciales, debido a la dependencia energética francesa, (21% de las importaciones de petróleo y 40% de gas proceden de Rusia), y a que el 40% del comercio exterior ruso se realiza con la UE.

Distanciamiento de EE.UU. en su política exterior en Oriente Medio y Próximo, reflejada en el alejamiento de Israel y en la retirada de Afganistán. Tras la cruenta invasión de la Franja de Gaza por los israelíes y la constitución en Israel de un Gobierno poco proclive a las tesis palestinas, no sería descartable que a medio plazo la UE se viera obligada a revisar los acuerdos económicos preferenciales con el Estado de Israel.

Además, tras la integración plena de Francia en la OTAN en abril de 2009, el gobierno francés se verá obligado a asumir una mayor responsabilidad en misiones internacionales y atender la petición del Presidente de EE.UU.

de un incremento sustancial de tropas aliadas en Afganistán, por lo que no sería descartable una reafirmación de la soberanía francesa que se plasmaría en la salida de las tropas francesas de Afganistán antes de las Presidenciales del 2.012, (y por mimetismo de otros aliados europeos), dejando a EE.UU. en soledad y con el riesgo evidente de una peligrosa vietnamización del conflicto afgano.

Pragmatismo en las relaciones comerciales con China: Tras los desencuentros con China, a raíz de la cruenta represión en el Tíbet por el régimen de Pekín y los coqueteos mediáticos de Sarkozy con el Dalai Lama, la severidad de la crisis y el aumento del déficit comercial en la zona económica de la UE, lo que forzará a París a una política de pragmatismo económico.

Dicho pragmatismo quedaría plasmado en el inicio de negociaciones para la firma de un Acuerdo Global para fortalecer unos intercambios comerciales que representan el 18% del total del comercio exterior de la UE, pues no hay que olvidar que China es el principal suministrador de productos a la UE, con un montante de 168.200 millones de euros en el 2008, (un 6,4% más que en 2007), y que aumentaron sus adquisiciones en la Eurozona, (con un incremento del 9,5 % en el 2008).
Las relaciones con Iberoamérica vendrán marcadas por los acuerdos bilaterales, para la venta de productos militares y el traspaso de tecnología a los países sudamericanos, especialmente con Brasil, al que Sarkozy ve como un potencial aliado en la escena global y al que podría apoyar para su ingreso en el Consejo de Seguridad de la ONU como miembro permanente, con el consiguiente aumento del peso específico de Brasil en la Geopolítica Mundial.

Respecto a África, se dará el finiquito a la diplomacia europea basada en las relaciones personales entre los líderes, sustituyéndola por una relación inter pares de la metrópolis con sus antiguas colonias.

Asistiríamos así a la sustitución del tradicional colonialismo paternalista por el de un neocolonialismo que bajo el epígrafe de «garante de los Derechos Humanos» continuaría esquilmando los recursos naturales del subcontinente subsahariano, (especialmente uranio, platino, cobalto, manganeso, oro y diamantes además del mediático coltán, especie de piedra filosofal para el desarrollo de las tecnologías del futuro como la telefonía móvil, ordenadores, videojuegos, armas inteligentes, implantes médicos, industria aeroespacial y levitación magnética), aprovechándose de los endémicos conflictos tribales y rutinarios golpes de Estado y en feroz competencia con EE.UU., Rusia , China y resto de la UE.

Creación de una sociedad subsidiada en los territorios del ultramar francés desperdigados por África, Oceanía y América, mediante la ayuda de 580 millones de euros, con el objetivo de asegurar la paz social y poder preparar un nuevo modelo de economía autogestionaria que permita reflotar a dichos territorios del subdesarrollo, apareciendo de nuevo la Francophonie como ente político y económico en el escenario mundial.

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