Se sabe que Ramana Maharshi, Creció como un muchacho común. Asistió a una escuela primaria en Tirucculi, y después a otra en Dindigul para recibir una educación de un año de duración. Cuando tenía doce años, su padre murió. Esto provocó la necesidad de que se trasladase a Madurai junto con su familia, y se quedase a vivir con su tío paterno Subbaiyar. Allí asistió a la Escuela Secundaria de Scott y luego a la Secundaria de la Misión Americana. Fue un estudiante indiferente, y que no se tomaba en serio los estudios, aunque fue un muchacho sano y fuerte. Sus compañeros temían su fuerza física. Si alguno de ellos tenía cualquier tipo de agravio contra él en cualquier momento, sólo se atrevía a hacerle travesuras cuando estaba dormido. Pero tenía una característica que era más bien inusual: no sabía nada de lo que le ocurría durante el sueño. Se le podía trasladar de un sitio a otro, o incluso golpear, sin que se despertase en el proceso.
Comentaba el maestro Ramana Maharshi, que:
«La realidad no tiene límites. Es lo que es.
Es como es. Trasciende el lenguaje.
Está más allá de las expresiones
‘existencia’, ‘no-existencia’.»
La realidad Última, Final, Absoluta, no es la realidad relativa que captamos con nuestros sentidos, aquellas que procesamos con nuestras mentes, aquella que juzgamos con nuestros valores programados. La realidad última no puede ser definible por palabras, sólo experimentable al realizar en nosotros mismos la consciencia universal de que somos Uno y Todos a la vez.
«La realidad que brilla plenamente,
sin miseria y sin un cuerpo, no sólo cuando
el mundo es conocido, sino también
cuando el mundo es desconocido,
es tu verdadera forma».
Tal como lo señala, perdidoenmaya.blogspot.com: Cuando Maharshi se hace referencia al «mundo cuando es conocido» se refiere a nuestro mundo mientras lo percibimos en estado de vigilia, (despiertos,) así como al que percibimos en sueños. «El mundo desconocido» es aquel que no percibimos al estar en estado de sueño profundo, (el sueño sin sueños). Es precisamente en este último estadio, el sueño sin sueño, cuando los humanos carecemos de consciencia de nosotros mismos como meros «cuerpos y mentes» (que es la percepción errada que tenemos sobre nosotros mismos, sobre lo que somos); el estado de reposo, paz y tranquilidad del sueño profundo es el estado real, nuestra verdadera forma.
No existe la dualidad. Tu conocimiento
actual proviene del ego y es sólo relativo.
El conocimiento relativo necesita un
sujeto y un objeto, mientras que la
consciencia del Yo es absoluta
y no requiere un objeto.»
Recuerda Ramana Maharshi, que se debe trabajar sobre el ego, de tal forma que este no nos manipule, nos origine conflicto, y señala, que el ego es el que produce la diversidad en todo lo que vemos y percibimos, la multiplicidad de formas, el «yo soy yo» y el «vos sos vos», el vernos como individuos sin relación, el vernos como algo separados, incluso separados del resto de los seres vivos y hasta del mismo mundo. Cuando uno realiza su Yo, (nótese la mayúsculas al escribir este Yo), se da cuenta que no hay muchos, todo es Uno. La conciencia del Yo es absoluta y no requiere un objeto porque en el Uno no hay otra cosa que no sea el Uno mismo, no hay un objeto al cual percibir, contra el cual competir, juzgar, poseer, matar. Por esta unidad misma el Uno mismo es Absoluto.
Se agrega, que , la mente regida por el ego tiene minada su fuerza y es demasiado débil para resistir los pensamientos que la torturan.
La mente que carece de ego es feliz en el dormir y soñar. La dicha y la aflicción sólo son modalidades de la mente.»
«Tú eres la conciencia del Yo. No hay necesidad de buscarla o cultivarla. Todo
lo que tienes que hacer es suprimir la conciencia de otras cosas, del no-Yo.
La indagación del Yo es el hacha que amputa el ego.»
Concretamente Ramana Maharshi nos recuerda, que la indagación ¿Quién soy Yo? no debe considerarse como un esfuerzo mental para entender la naturaleza de la mente. Su propósito principal es enfocar la mente completamente en su origen. La fuente del seudo-Yo, es el Ser. Lo que se hace en la Indagación del Ser, es ir contra corriente en lo que respecta a la mente, en vez de correr en paralelo con ella, y trascender finalmente la esfera de las modificaciones mentales. Cuando se sigue la pista al seudo-Yo hasta su origen, desaparece. Entonces brilla el Ser en todo su esplendor, cuyo destello se conoce como realización y liberación.
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