“Nuestras vidas llegan a su fin

el día que dejamos de hablar

de las cosas importantes.”

Martin Luther King

Tienes el derecho de comportarte  de acuerdo a tus valores, principios, autenticidad, a que te respeten  y desde luego, a respetar a los demàs, a decir no, cuando consideras que ello es asertivo y no afecta tus interrelaciones, conducta.

Nunca permitas que nadie te manipule, utilice y sobre todo, atenten contra tu autoestima.

Sorprèndete de los resultados de tus interrelaciones, determina que tan despierto haz estado, cuàl ha sido tu atención en todo lo que haz propuesto alcanzar, en el manejo de tus emociones y sentimientos.

Concretamente, cuànto haz cultivado tu asertividad. Al respecto Ana Muñoz nos recuerda, que la asertividad es la habilidad para hacer valer tus propios derechos de un modo adecuado y no agresivo: tu derecho a decir no, a impedir que los demás se aprovechen de ti, a negarte ante una petición injusta o a negarte a hacer algo que no deseas hacer incluso aunque no tengas ninguna excusa para ello, así como expresar tus deseos, opiniones, necesidades y sentimientos, sin ignorar los de los demás.

Nos comenta ademàs, que saber ser asertivo no solo te ayudará a sentirte mejor contigo mismo y mejorar tu autoestima, sino también a ganarte el respeto de los demás y rodearte de personas más positivas.

Toma en cuenta que, la asertividad se ve reflejada en una serie de conductas como las siguientes:

  •     Expresar opiniones, sentimientos, deseos y necesidades.
  •     Iniciar o terminar conversaciones o cambiar de tema.
  •     Pedir algo a los demás o pedir un favor.
  •     Cuestionar normas o tradiciones que consideras injustas o absurdas.
  •    Decir no, o negarte a hacer algo que te han pedido.
  •     Hacer que se respeten tus derechos.
  •     Expresar tus emociones tanto positivas como negativas.

La asertividad, una vez que la cultives, te identifiques con ella, determines su alcance, la pongas en pràctica, darà mucha fortaleza a tu espiritu, sabràs saber decir “No”, cuando se debe decir no.

Al respecto, saber decir “no” cuando realmente lo necesitas, es una habilidad que ayuda  a preservar y utilizar de manera efectiva tu más valioso activo: El Tiempo.

Ten presente, como lo indica ‘sebascelis.com’, cuando aprendes a decirle “NO” a las solicitudes de otras personas, educada pero firmemente, realmente empiezas a tomar el control de tu vida, y a redirigir tu tiempo hacia las personas y actividades que son verdaderamente importantes para ti.

Contrario a lo que la gente cree, decirle “no” a otros, no tiene por qué ser una experiencia incómoda o que genere problemas.

Toma en cuenta, como lo indica la fuente ya mencionada, que una forma bien simple y sencilla de decir “NO”, en situaciones sociales, es ser honesto con algo como: “Eso suena genial, me encantaría, pero esta semana quedé agotado con tanto trabajo y realmente me gustaría tomarme el fin de semana para recargar baterías”.

Esta es quizás la mejor aproximación y no hay necesidad de crear excusas (nota que en las anteriores tampoco realmente, sólo que si no te tomas el tiempo para definir cuáles son tus políticas o promesas personales, tendrás que inventarlas, o decir “SI” sin querer).

Muy interesante,  definitivamente, es saber decir no, sin remordimiento, para ello ‘relaciones.uncomo.com’, proporciona  algunos consejos:

  • En primer lugar, elimina de tu mente ideas como: "decir siempre que si me hace más amable o considerado", "negarme es de mala educación". No debes asumir un compromiso que no deseas o que no puedes cumplir, solo por un convencionalismo social.
  • Distintas frases te ayudarán a negarte a cosas que no puedes o no deseas cumplir, cómo encargarte de alguna actividad en el colegio de tus hijos, asumir el trabajo de un compañero o asistir a un evento que no te interesa, sin la necesidad de mentir o inventar un pretexto absurdo.
  • "Me gustaría mucho, pero en este momento no me puedo comprometer, si existe otra forma de ayudar házmelo saber". No hay duda, tu no tienes tiempo de llevar a cabo esa petición, pero ofreces tu ayuda para algo más simple; ésto aplica perfecto, cuando no deseas comprometerte muy a fondo, pero puedes echarle una mano a alguien.
  • Para los más directos y sinceros, está la frase: "no puedo encargarme de eso en este momento". A los más convencionales les parecerá ruda; pero, ¿por qué?, si realmente no dispones de tiempo para asumir una actividad más, ¿por qué debes mentir sobre ello?, sé honesto contigo y con los otros.
  • "Realmente no puedo, pero muchas gracias por pedírmelo". Esta frase deja claro que no puedes dedicarte a ese asunto que te solicitan, pero además te permite quedar como alguien educado que agradece que lo tomen en cuenta. Funciona para invitaciones a un evento o pedidos de ayuda que no puedes satisfacer.
  • Si se trata de un favor o evento ideológico con lo que simplemente no comulgas, educadamente puedes usar la frase: "perdona, pero no estoy a favor de esa causa". No harás falta más palabras y el otro no insistirá. Añade una sonrisa para darle el toque final.
  • Tú no deseas hacerlo, pero si que tienes las armas para proponer alguien que pueda ayudar: "la verdad es que yo no puedo pero me parece que sutano podría ayudarte". De este modo te liberas de forma política de una responsabilidad que no deseas o puedes asumir y recomiendas a alguien en tu lugar que tal vez si quiera llevarlo a cabo.

Se trata de responder con educación y estrategia sin mentir, sin inventar excusas inverosímiles. No te sientas mal por negarte. Hay mucha gente a quien le encanta comprometerse en eventos del colegio, la comunidad y el área laboral, por eso deja a ellos esas tareas, si tu no te sientes cómodo llevándolas a cabo.

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*Fuente debidamente especificadas

Web: www.carmorvane.com