«El perro en la perrera se rasca las pulgas; el perro que caza no las siente.»
Proverbio chino
CONSIDERACIONES, REFLEXIONES, ALCANCE
Cuando nos hemos identificado con la relevancia, importancia, de lo que representa para cada uno el saber aprovechar la oportunidad de vivir, de permanecer en esta dimensión, es cuando estamos plenamente identificados con lo que representa el tiempo y como ello nos ha beneficiado en nuestro crecimiento.
En un escrito sobre este tema, el Boletín Mensual de Educación Mental nos lega, que después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar el alma, que el amor no significa recostarse y una relación no significa seguridad…
Y uno empieza a aprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas; y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes…, y los futuros tienen una forma de caerse a la mitad.
Y después de un tiempo, uno aprende que si es demasiado hasta el calor del sol quema, que hay que plantar su propio jardín y decorar su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno vale, y uno aprende y aprende…
Y con cada adiós uno aprende.
Uno se da cuenta con el tiempo cómo nos hemos identificado con nuestras emociones, cómo las manejamos, qué hemos logrado con ello, hasta qué punto estamos anclados con la dependencia, esclavizados con las pasiones, descuidados en el cultivo de nuestras virtudes.
Qué tanto hemos aprendido, qué tanto hemos crecido como persona, qué tanto hemos cumplido con nuestra misión, con nuestra línea de servicio.
Con el tiempo ya habremos aprendido que estar con alguien, porque nos ofrece un buen futuro, significa que tarde o temprano queramos volver a nuestro pasado.
Se nos recuerda que con el tiempo comprendemos que sólo, quien es capaz de amarnos con nuestros defectos, sin pretender cambiarnos , puede brindarnos toda la felicidad que deseamos.
Con el tiempo nos damos cuenta de que si estamos al lado de esa persona, sólo por compañía a nuestra soledad, irremediablemente acabaremos no deseando volver a verla.
Con el tiempo nos damos cuenta, que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero.
Con el tiempo entendemos que los verdaderos amigos son contados y que el que no lucha por ellos, tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendemos que las palabras dichas, en un momento de ira, pueden seguir lastimando a quien herimos durante toda la vida.
Con el tiempo aprendemos que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo aprendemos que si hemos herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo nos damos cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo nos damos cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.
Con el tiempo comprendemos que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen, ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo nos damos cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estábamos viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo veremos que aunque fuésemos felices con los que están a nuestro lado, añoraremos terriblemente a los que ayer estaban con nosotros y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderemos que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amamos, decir que extrañamos, decir que necesitamos, decir que quieres ser amigo, ante una tumba ya no tiene ningún sentido.
A todo lo anterior se agrega, que con el tiempo aprendemos a cultivar las virtudes, a ser más auténticos, a sorprendernos inatentos en nuestras acciones, a evitar ser dependientes, a ser más libres.
Con el tiempo nos damos cuenta de la importancia de ser tolerantes, saber compartir, cumplir con la misión del por qué estamos en esta dimensión y sobre todo, amar, identificarnos con su potencialidad, manejar adecuadamente nuestras emociones.
En conclusión, somos afortunados de permitírsenos transitar en el tiempo, de aprovechar la oportunidad de aprender; lo importante es estar atento, plenamente identificado con la relevancia de crecer, de cultivarnos en pro de optimizar la oportunidad que se nos da y cumplir adecuadamente con nuestra línea de servicio.
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