Eliminar las insatisfacciones laborales

La insatisfacción laboral es un sentimiento negativo que algunos trabajadores tienen hacia su puesto de trabajo. Puede estar causada por distintos factores como unas  malas condiciones laborales o una falta   de oportunidades de desarrollo personal
Anónimo.

La insatisfacción es un sentimiento que aparece cuando las cosas que se tienen o que se han conseguido no cubren por sí mismas las expectativas personales.

De una u otra manera, todas las personas han tenido un sentimiento de insatisfacción ‘sana’ que ayuda a intentar ser mejores cada vez y permite progresar en busca de la autorrealización. Por lo tanto, desde esta perspectiva, la insatisfacción es un estado emocional necesario que impulsa hacia el crecimiento personal. Entonces, no se sufre por una insatisfacción sana, pues ésta es motivo que impulsa por algo favorable.

La insatisfacción laboral (IL) es una respuesta o un sentimiento negativo por parte de un trabajador hacia su empleo. Esta respuesta negativa y rechazo del trabajo pueden estar causados por diferentes factores y tener importantes consecuencias (unas estimulantes de una respuesta proactiva y otras de efectos contraproducentes) que afectan tanto a la empresa (a nivel general) como al propio trabajador (a nivel individual: personal).

Son muchas las personas que se sienten satisfecha y contentas con su puesto de trabajo, pero también hay trabajadores que, por diferentes circunstancias, se sienten desmotivados personalmente. Esto puede ocurrir por diferentes causas como una mala conciliación entre la vida personal y la profesional, estrés laboral o malas condiciones de trabajo.

Para las empresas es imprescindible identificar la IL. Los líderes deben estar conscientes de las consecuencias que puede tener y también deben saber cómo solucionarla. Esto último supondrá tanto un crecimiento para la empresa como una mejora muy significativa en el bienestar de los trabajadores.

Algunas de sus consecuencias pueden ser un aumento del absentismo laboral, la pérdida de talento o una disminución en el rendimiento de la empresa.
Para combatir la IL es necesario diseñar planes de formación, proporcionar retroalimentación (“feedback”) a los trabajadores y garantizar un buen clima   laboral.
Otra de las estrategias recomendadas para minimizar la IL es velar por la felicidad de los trabajadores a través de diferentes beneficios.

La felicidad en el trabajo se puede definir como el estado de ánimo positivo de los trabajadores a la hora de desempeñar los cometidos de su puesto de trabajo. Se trata de una actitud optimista y proactiva, estrechamente relacionada con su bienestar dentro de la empresa.

Contar con unos trabajadores felices supone para la empresa disponer de una estructura informal (factor humano) más comprometida y productiva. Este estado de ánimo también contribuye a la fidelización de los trabajadores y su permanencia en la empresa, mejora el clima laboral y la relación entre los miembros del equipo, incrementa su creatividad y predisposición frente a nuevos retos, e impulsa el crecimiento y desarrollo personal y profesional de los trabajadores.

Y es que son muchos los estudios que certifican que los trabajadores felices son más productivos que quienes no lo son. Prueba de ello es que la infelicidad en el entorno laboral también puede llegar a provocar otros problemas en la empresa como el estrés laboral, el aumento del absentismo de los trabajadores o la rotación excesiva de puestos de trabajo.

Otra táctica que tiene muy buenos resultados para minimizar la IL es hacer sentir a los trabajadores como parte importante de un proyecto de envergadura. Actuar en un proyecto de esta naturaleza brinda la oportunidad de aprender, compartir, ayudar y disfrutar en el área del desarrollo y crecimiento personal.

Básicamente, participar en este tipo de proyecto significa que las personas a las que está dirigido están activamente involucradas, de una manera u otra, en las actividades del mismo y en determinadas o en todas las fases del mismo -la planificación, ejecución y evaluación- y que por lo tanto no son simples espectadores, sino que están comprometidos con esa causa superior y son corresponsables de la consecución de las metas y los propósitos formulados.

En este proceso de minimizar la IL, los líderes que ocupan posiciones estratégicas en las organizaciones deben tener muy en claro la necesidad de saber administrar el talento humano, en cuanto a tener identificadas las competencias más sobresalientes de cada trabajador; así como también tener descrito el potencial oculto que aquéllos poseen, con la finalidad de evitar el descontento organizacional y, con base en estas competencias, elaborar las tácticas de la estrategia personalizada para cada trabajador insatisfecho.

Consecuencias de la IL.

La IL puede afectar al rendimiento de los trabajadores y a la productividad de la empresa, por lo que las organizaciones deben tratar que sus empleados se encuentren satisfechos personal y profesionalmente.

Para ello, han de procurar que trabajen en un entorno físico adecuado y con unas condiciones favorables. Sitios ruidosos o lugares calurosos y congestionados o mal ventilados perjudican al trabajador y afectan negativamente su rendimiento.

Otra consecuencia de la IL es la desmotivación o falta de interés por el trabajo, que puede llegar a producir en el trabajador tal apatía, que incumpla con sus funciones de manera habitual.

Por otro lado, esta situación, sea por el motivo que sea, puede llegar a producir ansiedad o estrés y, en caso extremo, el trabajador puede llegar a desarrollar una depresión o lo contrario (p.ej.: ira).

Estamos en capacidad de ofrecer asesoramiento y/u orientación en este delicado asunto organizacional

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Imagen de Sabine van Erp en Pixabay