“¡Renueva tu vida!…Cambia de vida…
no continúes por el camino vulgar de
los que nunca tuvieron una preocupación…
ni iluminaron su alma con un ideal. No
temas las ascensiones. Ama la
belleza de las alturas”
L. J. Actis
Acaba de finalizar el año 2008. El mes de diciembre siempre se ha caracterizado por procesos de reflexiones en la gente, en donde se hace una revisión de lo logrado y no logrado; en ese período de tiempo que finalizó recientemente. Algunas de esas personas en estos procesos de revisión lo hacen muy profundamente y, con un gran deseo de mejorar su estilo actitudinal para el año siguiente. Este tipo de personas tienen una alta motivación al logro y sobre todo una gran visión de futuro, basada fundamentalmente en una gran convicción de optimismo, frente a los nuevos escenarios que deben enfrentar en el año que recién comienza.
El solo hecho que se está iniciando un nuevo período del calendario, se debería pensar en que las personas deben cambiar y poner en evidencia que estos momentos representan el principio del fin. Así debería ser la filosofía de las personas inteligentes: ¡El principio del fin de su viejo y contaminado estilo de comportamiento y el principio de una nueva vida, basada fundamentalmente, en comprender y aceptar las diferencias individuales y esto puede lograrse por medio de la tolerancia, una amistad verdadera asentada en el respeto mutuo y el respaldo. El factor humano en cada uno de los entornos donde actúe, debe tratar -en la medida de las circunstancias- de ser cada vez más y mejor gente, es decir se deben convencer que tienen que ser una nueva persona y, sobre todo, con un comportamiento basado en la buena fe.
En este nuevo año el entorno mundial -al cual no escapa el nacional- se muestra con una gran crisis económica y bajo ese panorama el comportamiento humano debe prepararse para salir exitoso en todas sus actuaciones, alejarse del pesimismo y ver los escenarios futuros –a pesar de esas realidades– con visión prospectiva de triunfo y, frente a esa crisis se deben buscar y abrir las puertas y/o ventanas que puedan conducir a la humanidad a un puerto seguro.
Los líderes mundiales, tanto públicos como privados, deben poner en evidencia que utilizarían más el proceso intelectual estratégico, en vez de los sistemas mecánicos del pensamiento y de la intuición. Por cuanto el primero de estos dos últimos procesos intelectuales lo que hace es un reacomodo de los elementos de una realidad, por su parte el intuitivo es muy focalista, en donde se produce una optimización local o visualización de los árboles y no del bosque. Mientras que el pensamiento estratégico, hace un análisis de la esencia, trayendo como consecuencia la transformación de la realidad o la configuración modificada de la misma.
Este nuevo estilo de liderazgo requiere de un cambio de enfoque, el cual reclama el buen uso tanto del dominio personal, como de los modelos mentales, por cuanto se requiere una nueva percepción de esta convulsionada y tormentosa aldea global. El Dr. Peter Senge define la disciplina del dominio personal de la siguiente manera: “Trasciende la competencia y las habilidades, aunque se basa en ellas. Trasciende la apertura espiritual, aunque requiere crecimiento espiritual. Significa abordar la vida como una tarea creativa, vivirla desde una perspectiva creativa y no meramente reactiva”. En lo que se refiere a los modelos mentales, el antes mencionado especialista los conceptúa así: “Estamos convencidos que este “trecho entre lo dicho y el hecho” no surge de interés débil, de flaqueza de voluntad o aún de una comprensión asistémica, sino de modelos mentales”. Agregando el Dr. Senge sobre esta disciplina lo siguiente: “Por eso la disciplina de manejar modelos mentales –el afloramiento, verificación y perfeccionamiento de nuestras imágenes internas acerca del funcionamiento del mundo– promete ser una decisiva innovación en la construcción de organizaciones inteligentes”.
Por las ideas y conceptos antes mencionados, los venezolanos frente al devenir del futuro, deben demostrar mucho optimismo y sobre todo olvidarse de odios y confrontaciones, que a través de la historia reciente de este país, no ha traído resultados positivos. Se tiene que aprender a vivir felizmente con ideas diferentes a las individuales.
Se termina este espacio con la siguiente expresión de L. J. Actis: “Tú acostúmbrate, si no quieres fracasar en tu camino, a no conformarse nunca con las apariencias. No mires sólo el exterior en las personas, llega al fondo de sus almas. No te detengas en el colorido de las cosas, busca su esencia, su naturaleza, y te evitarás el chasco de decepciones venideras.”
Toda persona debe clarificar y reafirmar su proyecto de vida, así como los objetivos y metas individuales y sobre todo ser perseverante en la consecución sana y de buena fe de dichos componentes.
¡Feliz año 2009!
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