La Asociación Nacional de Editores de Libros de Texto (ANELE) agrupa al 96% de los editores que publican en España libros y materiales destinados a la enseñanza reglada no universitaria. El sector está abierto a la colaboración con las administraciones educativas que aplican políticas de gratuidad en las diferentes comunidades autónomas, aunque, tal como señala José Moyano, presidente de la organización, consideran que las becas directas «son la solución más equitativa y solidaria para ayudar a las familias».
¿Cuál es la tendencia que se prevé en los precios de los libros de texto para este curso?
El año pasado hubo un retroceso medio del 0,5%. Para este curso estimamos que la subida estará en torno a un 2%, es decir, vamos a continuar por debajo del IPC. El sector del libro es consciente del gasto que supone para las familias la «vuelta al cole» y en los últimos diez años nunca ha sido un producto inflacionista.
¿Qué opinión tiene el sector editorial de las políticas de gratuidad de libros de texto?
No son relevantes las políticas de gratuidad, sino el sistema que eligen las administraciones para implantarlas y el modo en que se aplica. El préstamo de libros, más que un modelo de gratuidad es un sistema de reutilización y las ayudas directas, lo que hacen es repartir el presupuesto disponible entre los que más lo necesitan. ANELE está abierta a colaborar con todas las administraciones, sea cual sea el sistema que apliquen, pero entendemos que las becas directas son la solución más equitativa y solidaria que se puede adoptar para ayudar a las familias.
¿Conlleva alguna desventaja para los alumnos el no tener los libros en propiedad?
Los libros de texto son un material de trabajo personal y su utilidad fundamental reside en el uso individual que se hace del recurso educativo, de la manera más conveniente para cada alumno. El subrayado, la esquematización de contenidos o completar actividades en el libro de texto, forman parte de las técnicas de estudio que ayudan a aprender. Por eso, desde el punto de vista pedagógico, pensamos que el sistema de préstamo y reutilización, no es el sistema más idóneo para el estudiante.
¿Cómo repercute en los hogares la no permanencia de los libros de texto una vez finalizado el curso?
Nos preocupa que las políticas de gratuidad generen una impresión a la población de que todo es gratis. No valorar el libro, la creación o los derechos de autor, es una política nefasta que hace un daño enorme y que perjudica en lo más identitario de nuestro país, que es nuestro patrimonio cultural.
Sin embargo, el préstamo de libros ha existido siempre por la reutilización entre hermanos o el intercambio con amigos.
Entre el 20% y 24% de los alumnos reutilizan los libros que reciben de otros miembros de las familias, de amigos o conocidos; pero no es lo mismo este porcentaje, que se da de manera natural, que instaurar un sistema oficial basado en el préstamo. El sector editorial en España supone cerca del 1% del PIB y produce cerca de 36.000 empleos directos. Las políticas que van en contra del sector son perjudiciales, no sólo porque van en detrimento de la calidad de los recursos, sino también porque afectan a un sistema estratégico para la cultura y la economía de nuestro país.
¿Estas políticas van en contra de la libertad de precios que rige en el mercado?
Esta es una de las incoherencias que nos encontramos en el sector. No tiene sentido que se promulgue una ley, en la que se hace una apuesta decidida por un régimen de precios libres y que sea la propia administración, que defiende esa ley, la que no la respete y marque cantidades limitadas a subvencionar, que al final se convierten en precios encubiertos. Esto es inconsistente y vulnera la legalidad de forma manifiesta.
¿Qué lugar ocupa el libro de texto en la actividad docente diaria?
Los resultados de los estudios de la Universidad de Santiago de Compostela, sobre cómo se percibe el sistema de préstamo de libros en varias comunidades donde está implantado este modelo son muy significativos. Según estos informes, los profesores y los equipos directivos valoran, como recurso educativo fundamental, los materiales elaborados por las empresas editoriales. Es decir, el libro de texto es el núcleo central de la actividad docente y tiene un peso muy fuerte en la programación escolar. Esto no significa que sea el único recurso, hay muchos profesores que elaboran su propio material y utilizan otros complementos en las aulas; pero desde el punto de vista didáctico, el libro de texto es el principal referente.
¿Cuál es la situación actual de la edición digital de libros de texto en nuestro país?
Hace más de diez años que el sector editorial produce contenidos digitales complementarios. Pero el pupitre digital necesita el soporte de cuatro patas, para poder sostenerse: formación completa del profesorado, dotación de recursos suficientes, conectividad de calidad y contenidos educativos digitales, que es lo que depende de nosotros. Podemos producir miles de productos, pero el problema es que no se pueden utilizar de manera adecuada, porque no se dispone de la infraestructura suficiente en los centros.
Fuente: http://revista.consumer.es/web/es/20110901/entrevista/76084.php
Fuente: http://revista.consumer.es/web/es/20110901/entrevista/76084.php