La mayoría de la generación de relevo del liderazgo, está ya entre nosotros: Son todavía niños, estudiantes o, incluso, jóvenes trabajadores de la organización. Y ya hemos grabado en ellos, una buena parte de la forma del futuro que ellos tomarán de nosotros al hacer el relevo generacional; la gran pregunta es: ¿Cómo encontraremos y cultivaremos los mejores líderes entre ellos para continuar construyendo una gran sociedad, una gran familia, una gran empresa?
El líder exitoso de una empresa diversa de ámbito mundial, en el mañana que está tomando hoy rápidamente forma, se abrirá paso a través de propósitos y objetivos claramente definidos, será un modelo de misión, tanto públicamente como para la organización, y será un equilibrista, un malabarista, a quien le guste la gente y su diversidad, que despliegue una confianza y un equilibrio interior, y que no vacile en adoptar las necesarias decisiones difíciles. Este líder es apreciado, por el valor que aporta a la organización y a su gente, y la cultura de la organización le sigue voluntariamente, no meramente porque es el jefe.
Debemos darnos cuenta que la organización histórica con estructura de mando, está muerta. Se requieren empleados y jefes que actúen como mentores, guías y animadores; es nuestra responsabilidad directa, la formación de los líderes del futuro, debemos procurar cambiar paradigmas y redimensionar valores que nos permitan advertir nuevos lideres en la generación de relevo y potenciar su desarrollo con nuestras acciones en tiempo presente.
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