El compadre

Nada peor para crear, desarrollar y mantener, una cultura de excelencia empresarial, como contar con un grupo de compadres en la empresa.

El compadre, es muy servicial, comprometido con los intereses de su RED SOCIAL, sus amigos, fieles y leales, dispuestos a lo que haga falta para defender su código de honor y sus intereses personales.

No se les ocurra tener un mal gesto, una palabra inadecuada, delante de un miembro del colectivo COMPADRES SIN FRONTERAS; son una piña. Tienen muy asumida y experimentada, una estrategia en el ámbito laboral. Su lema es “unidos sin trabajar”, y lo aplican con éxito rotundo, no dan un palo al agua, aunque sí muchas palmaditas a la espalda.

Para detectarlos, existen muchas técnicas. Una de ellas es la indagación dinámica. Las manos y brazos de estos personajes, cogen un cierto vicio en el movimiento al saludar a otro de su red. Su sonrisa, no es natural, fuerzan el gesto facial; intentan representar una escena bucólica en un ambiente de intensa frustración profesional. Para cerciorarse que están delante de uno de ellos, intenten mantener una conversación seria sobre asuntos de importancia para el buen funcionamiento de la empresa, para la mejora de la organización del trabajo, etc. Comprobarán que reaccionan de dos maneras: huyen rápidamente, objetando cualquier excusa, o bien, cambian la temática de la conversación hacia temas deportivos, de anécdotas graciosas al calor de una cañita….

Afortunadamente, está muy estudiada por las ciencias sociales y, concretamente, por la sociología y la psicología del trabajo, la dinámica y funcionamiento de la organización informal en el seno de las empresas. Aunque debemos reconocer, que necesitaríamos el asesoramiento de un antropólogo social, para entender los orígenes de este gremio de pasivos compulsivos en el ámbito laboral.

-¡Compadre! Qué bien vivimos sin estrés laboral, sin síndrome del quemado, con lo eficaz y rentable que es no complicarse la vida, para eso están otros. Lo más triste, cuando uno escucha conversaciones de esta índole, es el sufrimiento y desgaste laboral que sufren muchos profesionales y trabajadores, que comprometidos con sus obligaciones laborales, asumen sus responsabilidades y siendo proactivos realizan su trabajo y el de algún “pasivo compulsivo”.

Podemos aumentar el rendimiento empresarial y mejorar nuestra satisfacción laboral, si entre todos incrementamos el colectivo de COMPROMETIDOS SIN FRONTERAS, y disminuimos el número de compadres en todos los niveles de la empresa. El consejo de administración de la empresa, debe prestar mucha atención al estilo de liderazgo y de gestión de los directivos, evitando la creación de una cultura corporativa del COMPADREO, que tanto daña al buen funcionamiento de la empresa, con la correspondiente pérdida de competitividad.

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